Pronóstico
Si bien algunas formas de esta afección son reversibles, en general, el desarrollo de una encefalopatía hepática (EH) manifiesta presagia un mal pronóstico. En un estudio retrospectivo de 111 pacientes cirróticos, un episodio de EH manifiesta se asoció con un 42% de supervivencia a 1 año y un 23% de supervivencia a los 3 años.[54] En pacientes con grado IV (coma) se ha informado una mortalidad del 80% cuando se desarrolla la encefalopatía. Un segundo estudio retrospectivo de 494 pacientes con enfermedad hepática terminal observó que un episodio de EH manifiesta se asociaba con un riesgo de muerte hasta 3.9 veces mayor (P <0.01).[55] Incluso puede detectarse trastorno cognitivo residual después de un episodio resuelto de EH manifiesta.[56]
Un episodio de EH tiene un impacto significativo en el empleo y las finanzas del paciente. Los pacientes que han sufrido algún episodio de EH tienen más dificultades para mantener su empleo, es más probable que disminuyan sus horas de trabajo y atraviesen dificultades financieras peores que los pacientes con cirrosis que no han presentado una EH.[57] EH pone una carga significativa en los cuidadores y estos informan un impacto significativo en su propia salud y horario y una sensación de sentirse atrapados.[57]
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