Tratamientos emergentes

Polietilenglicol

Las evidencias de los ensayos aleatorizados controlados sugieren que el polietilenglicol y la lactulosa pueden ser igualmente eficaces para el tratamiento de la EH aguda.[44][45] Es necesario realizar más estudios antes de poder recomendar este tratamiento de forma rutinaria.

Diálisis extracorpórea de albúmina

La diálisis extracorpórea con albúmina (ECAD) consiste en un sistema artificial de soporte hepático que dializa la sangre con un líquido dializante rico en albúmina a fin de eliminar las toxinas unidas a la albúmina, además de bilirrubina, aminoácidos aromáticos y sustancias hidrosolubles. Los ensayos controlados aleatorizados de la ECAD han informado de mejoras en la supervivencia de la EH y de 30 días en comparación con la atención habitual.[46][47] Esta terapia está en investigación y no se encuentra ampliamente disponible.

Probióticos

Una revisión de la Cochrane encontró que los probióticos probablemente mejoran la recuperación de la EH, pero dan lugar a escasa o ninguna diferencia en la mortalidad por todas las causas en comparación con el placebo o ninguna intervención.[48] La revisión no pudo determinar si los probióticos son más eficaces que la lactulosa para la EH. Los estudios incluidos presentaban un alto riesgo de error sistemático y de error aleatorio (es decir, de baja calidad).[48] [ Cochrane Clinical Answers logo ]  

trasplante de microbiota fecal

Los pacientes con EH presentan un microbioma intestinal alterado, con una reducción de las bacterias beneficiosas y un aumento de las bacterias potencialmente patógenas. Un ensayo aleatorizado abierto (n = 20) comparó el trasplante de microbiota fecal con la atención habitual.[49] El material del donante era rico en Lachnospiraceae y Ruminococcaceae: estas bacterias producen ácidos grasos de cadena corta que contribuyen a la función normal de la barrera intestinal. Se observaron menos ingresos hospitalarios en el grupo de trasplante de microbiota fecal que en el grupo de cuidados habituales, especialmente por complicaciones de hipertensión portal. El grupo de trasplante de microbiota fecal demostró una mejoría en las puntuaciones de la función cognitiva desde el inicio después del trasplante. No se produjo un aumento de las infecciones bacterianas en el grupo de trasplante de microbiota fecal. En un ensayo clínico de fase 1 se ha informado que la microbiota fecal es segura y bien tolerada por los pacientes con encefalopatía hepática (EH) recurrente y se asocia con una mejor diversidad bacteriana de la mucosa duodenal.[50]

Fenilacetato de L-ornitina

Los depuradores de amoníaco, como el fenilacetato de L-ornitina (OPA), constituyen una vía alternativa a la urea para la excreción de nitrógeno de desecho. La L-ornitina actúa como sustrato para la síntesis de glutamina a partir del amoníaco y la glutamina resultante se conjuga y se excreta como fenilacetilglutamina en la orina.[51] En un estudio abierto de pequeño tamaño se informó que el fenilacetato de L-ornitina (OPA) es seguro y bien tolerado en pacientes con cirrosis descompensada. El amoníaco en plasma disminuyó y la excreción de fenilacetato urinario aumentó en el grupo de tratamiento.[52] Una revisión de la Cochrane concluyó que actualmente no hay evidencias suficientes para determinar los efectos de los eliminadores de amoníaco en la prevención y el tratamiento de la EH en adultos con cirrosis.[53]

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