Anamnesis y examen

Principales factores de diagnóstico

común

presencia de factores de riesgo

Los factores clave son los antecedentes familiares de ansiedad, el sexo femenino, el aumento del estrés, los antecedentes de traumas físicos o emocionales y la depresión comórbida, el abuso/dependencia de sustancias u otro trastorno de ansiedad.

preocupación excesiva durante al menos 6 meses

La presencia de una ansiedad y una preocupación excesivas y crónicas que se producen más días que otros durante, al menos, seis meses (sobre una serie de cuestiones) y que provocan angustia o deterioro, es el síntoma central del trastorno de ansiedad generalizada (TAG) . Esto es necesario para realizar el diagnóstico según los criterios del Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales, quinta edición, revisión del texto (DSM-5-TR).[1]

la ansiedad no se limita a otro trastorno de salud mental

Se debe determinar si la ansiedad no se limita a otro trastorno mental del eje I (p. ej., trastorno de pánico, fobia social, trastorno de estrés postraumático [TEPT] o un trastorno somatomorfo, como el trastorno de somatización o la hipocondriasis).

Esta característica es necesaria para el diagnóstico según los criterios del DSM-5-TR.

ansiedad que no se debe a medicamentos o sustancias

Se debe obtener una lista completa de los medicamentos prescritos y de venta sin receta, así como de los medicamentos herbarios, para determinar si alguno de los medicamentos que utiliza el paciente provoca ansiedad como efecto adverso.

Los ejemplos comunes incluyen medicamentos para el asma (p. ej., salbutamol, teofilina), medicamentos herbarios (p. ej., ma huang, hierba de San Juan, ginseng, guaraná, belladona), corticosteroides y antidepresivos.

También se deben obtener antecedentes del consumo de drogas ilícitas o de alcohol, ya que estas sustancias pueden causar síntomas de ansiedad de forma aguda y durante la abstinencia.

tensión muscular

Uno de los seis síntomas centrales en el cuadro predominante de la preocupación excesiva crónica, de los cuales se requieren al menos tres para hacer un diagnóstico en adultos (sólo se requiere un síntoma en niños).[1]

Puede conducir a que los pacientes busquen atención médica.

alteración del sueño

Uno de los seis síntomas principales en un cuadro de preocupación excesiva crónica, de los cuales se requieren al menos tres para hacer un diagnóstico en adultos (sólo se requiere un síntoma en niños).[1]

Incluye dificultad para conciliar el sueño o mantenerse dormido, o sueño inquieto.

fatiga

Una queja común, y uno de los seis síntomas principales en un cuadro de preocupación excesiva crónica, de los cuales se requieren al menos tres para hacer un diagnóstico en adultos (solo se requiere un síntoma en niños).[1]

Los pacientes se fatigan con facilidad.

inquietud

Uno de los seis síntomas principales en un cuadro de preocupación excesiva crónica, de los cuales se requieren al menos tres para hacer un diagnóstico en adultos (sólo se requiere un síntoma en niños).[1]

También se describe como sentirse "en el límite".

irritabilidad

Uno de los seis síntomas principales en un cuadro de preocupación excesiva crónica, de los cuales se requieren al menos tres para hacer un diagnóstico en adultos (sólo se requiere un síntoma en niños).[1]

mala concentración

Uno de los seis síntomas principales en un cuadro de preocupación excesiva crónica, de los cuales se requieren al menos tres para hacer un diagnóstico en adultos (sólo se requiere un síntoma en niños).[1]

Otros factores de diagnóstico

común

cefalea

Los pacientes pueden presentar cefalea.

sudoración

Los pacientes pueden presentar sudoración excesiva.

mareos

Síntoma de hiperalerta.

síntomas gastrointestinales

Los pacientes pueden sufrir de dolencias gastrointestinales, tales como náusea y diarrea, o de síndrome del intestino irritable.

dolores musculares

Los pacientes pueden tener dolores musculares o tensión muscular.

aumento de la frecuencia cardíaca

Signo de hiperalerta.

No se limita a un episodio aislado (es decir, un ataque de pánico o ansiedad).

disnea

Signo de hiperalerta.

temblor

En la exploración física, los pacientes pueden presentar temblores.

respuesta de susto exagerada

Se puede observar en la exploración física.

infrecuente

dolor torácico

La presencia de ansiedad no descarta una patología cardíaca.

Se debe realizar un análisis diagnóstico adecuado si hay alguna sospecha de una etiología orgánica; por ejemplo, en pacientes con síntomas de esfuerzo o con factores de riesgo cardíaco.

Factores de riesgo

Fuerte

antecedentes familiares de ansiedad

El TAG muestra una importante agregación familiar. También existe un vínculo familiar para la comorbilidad con otros trastornos de ansiedad y con la depresión.[26][27][38]

estrés emocional o físico

Los factores estresantes de la vida, como el acoso o la victimización por parte de los compañeros, están relacionados con una mayor incidencia. Las dificultades laborales y domésticas también pueden ser relevantes.[18][25]

Antecedentes de traumatismo físico, sexual o emocional

La exposición a traumatismos, como ser víctima de agresiones o abusos físicos o sexuales, la participación en un accidente automovilístico o la pérdida repentina e inesperada de un ser querido, aumenta la tasa.[10][20][39]​ En estos casos, el TAG es a menudo comórbido con el trastorno de estrés postraumático (TEPT). Entre los factores de riesgo en la infancia que predisponen a un TAG posterior se incluyen el maltrato, los problemas de salud mental o el consumo de sustancias de los padres, la desestructuración familiar (p. ej., el divorcio) y la exposición a un estilo de crianza excesivamente duro o sobreprotector.[21][22][23]

otro trastorno de ansiedad

Conjuntamente se pueden presentar otros trastornos de ansiedad, como el trastorno de pánico, fobia social o fobias específicas.

El trastorno de pánico ocurre en el 25% de los pacientes con TAG.[40]

afección crónica de la salud física

El aumento de la incidencia del TAG está asociado a una serie de afecciones crónicas de la salud física, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias, el síndrome de ovarios poliquísticos y la diabetes.[10][41][42]

sexo femenino

La razón entre mujeres y hombres es aproximadamente de 2:1.[1][7][11]

El uso de este contenido está sujeto a nuestra cláusula de exención de responsabilidad