Prevención primaria
La prevención de la diabetes mellitus de tipo 2 (DMT2) en niños implica intervenciones para evitar el desarrollo de la obesidad o para corregir la obesidad antes del desarrollo de la resistencia a la insulina o de comorbilidades.[50] Las intervenciones para cambiar el comportamiento que incorporan dieta y actividad física pueden ser beneficiosas para lograr pequeñas reducciones a corto plazo en el índice de masa corporal.[51]
Existen diferencias entre las poblaciones con respecto al grado de predictibilidad de la alteración de la tolerancia a la glucosa (ATG) para el desarrollo de DM2. En Europa, la ATG no se considera altamente predictiva para el progreso de la diabetes en el corto y medio plazo.[52] Sin embargo, en aquellos niños con ascendencia afroamericana, la ATG se considera más predictiva para el desarrollo de la diabetes.[53] Para los casos de estos niños en la prevención del desarrollo de la DMT2 se recomiendan modificaciones intensivas del estilo de vida, incluida la pérdida de peso de entre un 5% y un 10%.
Prevención secundaria
La identificación y la modificación del estilo de vida de los niños en riesgo de desarrollar diabetes mellitus de tipo 2 pueden retrasar el inicio de la enfermedad.[107]
La identificación temprana y el tratamiento agresivo de las complicaciones, como el control glucémico inadecuado, hipertensión, dislipidemia y albuminuria, pueden reducir la morbilidad y mortalidad prematura.
La educación sobre la diabetes y las modificaciones del estilo de vida para toda la familia, y no solo el paciente, pueden ser beneficiosas para aumentar el cumplimiento y para prevenir las complicaciones a largo plazo.
La asesoría sobre el abandono del hábito de fumar para niños de más edad y adolescentes se debe incluir como un componente rutinario del cuidado de la diabetes para prevenir complicaciones cardiovasculares a largo plazo. Tenga en cuenta que también están desaconsejados los cigarrillos electrónicos.[1]
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