Complicaciones

Complicación
Calendario
Probabilidad
A largo plazo
medio

La enfermedad renal crónica es una complicación conocida de la diabetes mellitus de tipo 2 (DMT2) en los adultos. No se conoce el riesgo en niños y adolescentes, aunque existen estudios que indican que hay evidencia de una nefropatía precoz que aparece en el momento del diagnóstico o rápidamente después del diagnóstico en personas jóvenes con DMT2 y que parece ser más frecuente que en los pacientes con diabetes de tipo 1.[102][103] Un estudio demostró la prevalencia del aumento moderado de albuminuria en adolescentes con diabetes de tipo 2 a lo largo del tiempo, independientemente del tipo de tratamiento utilizado para la diabetes.[97] El estudio determinó que el riesgo de un aumento moderado de albuminuria estaba relacionado con el control glucémico.

La nefropatía es el resultado de la hipertensión y de una homeostasis anormal de la glucosa.

La evaluación de la función renal con una prueba de la relación albúmina/creatinina en orina y la tasa de filtración glomerular estimada (TFG estimada) debe realizarse en el momento del diagnóstico y, a partir de entonces, anualmente.[1] Debe confirmarse una relación elevada albúmina/creatinina en orina (>30 mg/g de creatinina) en dos de tres muestras.[1]​​ La derivación a un nefrólogo está justificada si la etiología es incierta, en presencia de un empeoramiento de la relación albúmina/creatinina, o si se presenta una disminución del TFG estimada.[1]

Enfermedad renal diabética

A largo plazo
baja

La retinopatía es una complicación a largo plazo de la diabetes mellitus de tipo 2 en adultos. El riesgo en niños y adolescentes aumenta en algunas razas o grupos étnicos, con valores de hemoglobina A1c (HbA1c) más altos, mayor resistencia a la insulina, hipertensión e hiperlipidemia.[100]

Las causas incluyen hipertensión y control glucémico deficiente.

Debe realizarse una fundoscopia dilatada en el momento del diagnóstico y, posteriormente, una vez al año en la mayoría de los pacientes.[1]​ La exploración cada 2 años puede ser una medida adecuada si se cumplen los objetivos glucémicos y el examen oftalmológico anterior es normal.[1]

Retinopatía diabética

variable
alto

La enfermedad cardiovascular es la causa principal de morbilidad y mortalidad en la diabetes. Para reducir el riesgo cardiovascular, se deben monitorizar y abordar de forma agresiva la presión arterial, los lípidos, la glucosa y el tabaquismo.[96]​ Tenga en cuenta que también se desaconsejan los cigarrillos electrónicos. Un estudio demostró el aumento de la prevalencia de la hipertensión en adolescentes con diabetes de tipo 2 a lo largo del tiempo, independientemente del tipo de tratamiento utilizado para la diabetes.[97] El estudio determinó que están en mayor riesgo de hipertensión las personas de sexo masculino y con un índice de masa corporal más elevado.

La presión arterial debe medirse en el momento del diagnóstico y en cada visita de seguimiento, y compararse con los estándares adecuados para la edad y la estatura.[1] La monitorización ambulatoria de la presión arterial debe considerarse seriamente si la presión arterial es alta (presión arterial ≥90 percentil para edad, sexo y altura o, en adolescentes de ≥13 años, ≥120/80 mmHg) en tres mediciones separadas.​ Se deben tratar de forma agresiva las elevaciones persistentes por encima del percentil usual para el niño, o por encima del percentil 90 para la presión sistólica o diastólica.

Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) son el fármaco de elección al inicio y muchos médicos también los utilizan de forma profiláctica.[98]

variable
alto

La enfermedad cardiovascular es la causa principal de morbilidad y mortalidad en la diabetes. Para reducir el riesgo cardiovascular, se deben monitorizar y abordar de forma agresiva la presión arterial, los lípidos, la glucosa y el tabaquismo.[96]​ Tenga en cuenta que también se desaconsejan los cigarrillos electrónicos. Un estudio determinó que la dislipidemia y los marcadores de inflamación cardiovascular elevados son comunes en niños y adolescentes con diabetes de tipo 2 y empeoran a lo largo del tiempo.[99] El estudio determinó que el tratamiento de la diabetes no controla este riesgo de empeoramiento.[100]

Los medicamentos hipolipemiantes se deben administrar si los niveles de lípidos no disminuyen de forma satisfactoria en los 3 a 6 meses tras las modificaciones dietéticas y un control diabético óptimo.

Las estatinas son los agentes hipolipemiantes que se utilizan con más frecuencia en niños, cuando la elevación del colesterol de lipoproteína de baja densidad es la preocupación principal. Sin embargo, están contraindicadas en el embarazo o en caso de riesgo de embarazo.[101] Se debe analizar el uso de métodos anticonceptivos o la abstinencia con los adolescentes que toman estos medicamentos.

El tratamiento con aceite de pescado o fibrato se prefiere cuando los triglicéridos elevados son la alteración lipídica primaria.

variable
alto

Los trastornos respiratorios del sueño (TRS) abarcan un rango de alteraciones respiratorias que se producen durante el sueño. Estos trastornos incluyen apnea obstructiva del sueño, apnea central del sueño y respiración periódica. Los TRS se encuentran con frecuencia en pacientes con diabetes de tipo 2; una investigación reciente demuestra que la probabilidad es independiente de la obesidad.[105]

Los síntomas de la apnea del sueño deben detectarse en cada visita de seguimiento.[1]​ En presencia de síntomas, puede estar indicada la derivación a un especialista del sueño para su evaluación y la realización de un polisomnograma.[1]

variable
medio

La hipoglucemia ocurre con un nivel de glucemia <3.9 mmol/L (<70 mg/dL).[1]​​

Es necesario enseñar a los pacientes a identificar rápidamente los signos y síntomas (p. ej., temblores, irritabilidad, hambre, sudoración, taquicardia, cambios de humor, confusión, mareos).[1]

La hipoglucemia debe tratarse rápidamente por vía oral con aproximadamente 15-20 g de glucosa pura (es decir, comprimidos de glucosa) o, en su defecto, con la ingesta de cualquier tipo de alimento que contenga carbohidratos y glucosa.[1] Quince minutos después del tratamiento, el paciente o el cuidador deben volver a comprobar la glucemia y, si persiste la hipoglucemia, deben repetir el tratamiento. Una vez que el patrón de glucemia muestra una tendencia al alza, el paciente debe ingerir una comida o un tentempié, para evitar la reaparición de la hipoglucemia.[1]

Los pacientes sometidos a tratamiento con insulina y sulfonilureas son más susceptibles de padecer hipoglucemia. Los pacientes tratados con insulina necesitan monitorizar la glucemia con más frecuencia (antes de las comidas y antes de acostarse) que los pacientes que reciben medicamentos por vía oral. La American Diabetes Association recomienda que se ofrezca la monitorización continua de la glucosa a los niños y adolescentes con diabetes de tipo 2 que reciban múltiples inyecciones diarias, o bombas de insulina, y que sean capaces de utilizar el dispositivo de forma segura (por sí mismos o con un cuidador).[1]​ La Endocrine Society recomienda utilizar la monitorización continua de glucosa para pacientes con diabetes de tipo 2 que toman insulina (y/o sulfonilureas) y tienen riesgo de hipoglucemia.[86]​ Se debe ofrecer educación estructurada a todos los pacientes diabéticos con riesgo de hipoglucemia (p. ej., aquellos que reciben insulina o sulfonilureas).[86]​ El desconocimiento de la hipoglucemia, o uno o más episodios de hipoglucemia de nivel 3, debe desencadenar la educación para evitar la hipoglucemia y la reevaluación y el ajuste del plan de tratamiento para disminuir la hipoglucemia.[1]

El glucagón debe prescribirse a todos los pacientes con mayor riesgo de hipoglucemia de nivel 2 ó 3, y utilizarse según sea necesario. Los cuidadores, el personal escolar o los familiares que presten soporte a los niños deben saber dónde está y estar informados de cuándo y cómo administrarlo.[1]

variable
medio

Los pacientes con diabetes son más propensos a padecer infecciones, en especial en la piel y las vías urinarias. La hiperglucemia pone en riesgo las defensas del cuerpo contra las infecciones bacterianas y la normalización de la glucemia reduce este riesgo.

variable
medio

La evidencia actual sobre la diabetes y la enfermedad periodontal es de calidad variable.[104] Un metaanálisis de 23 estudios de cohorte o transversales realizados entre 1970 y 2003 determinó que la enfermedad periodontal era de mayor gravedad pero del mismo alcance en personas con diabetes en comparación con las personas que no padecían diabetes.

La educación de las personas con diabetes debe incluir la explicación de las implicaciones de la diabetes, en particular de la diabetes mal controlada, para la salud oral, especialmente la enfermedad de las encías. Los pacientes con diabetes deben seguir las recomendaciones locales para el cuidado dental diario de la población general y (si el acceso lo permite) deben visitar a un profesional dental periódicamente para chequeos de la salud bucal.

variable
baja

Ocurre con insulinopenia.

La hidratación, el tratamiento con insulina intravenosa y la corrección de las alteraciones electrolíticas son importantes para que el tratamiento sea exitoso.

variable
baja

Ocurre con la deshidratación.

La hidratación, el tratamiento con insulina intravenosa y la corrección de las alteraciones electrolíticas son importantes.

Alto riesgo de mortalidad en niños.[95]

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