Prevención secundaria

El American College of Gastroenterology afirma que no existe un beneficio definitivo en el cribado de adenocarcinoma ductal pancreático en pacientes con pancreatitis crónica, incluso en aquellos con alto riesgo de neoplasias malignas pancreáticas debido a factores de riesgo genéticos o ambientales.[85]

La American Gastroenterological Association recomienda que se considere el cribado del cáncer de páncreas en los pacientes con pancreatitis hereditaria; el cribado debe iniciarse a los 40 años en los portadores de la mutación CKDN2A y PRSS1 con pancreatitis hereditaria.[259]

Las guías de práctica clínica internacionales y del Reino Unido recomiendan que los pacientes con pancreatitis hereditaria con mutaciones heredadas en PRSS1 se sometan a vigilancia para detectar el cáncer de páncreas.[260][261]

Las pruebas de cribado y vigilancia recomendadas son la ultrasonografía endoscópica (EUS) o la resonancia magnética (IRM)/colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM).

Un ensayo controlado aleatorizado de pacientes con pancreatitis crónica que recibieron litotricia extracorpórea por ondas de choque para cálculos pancreáticos de más de 5 mm de diámetro informó que la administración de indometacina rectal antes del procedimiento redujo el riesgo de pancreatitis posterior al procedimiento, en comparación con el placebo.[262]

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