Monitorización

Se recomienda que los pacientes sean observados anualmente para que se les realicen pruebas no invasivas, que deben incluir análisis de sangre y, quizás, de heces con el fin de detectar complicaciones específicas, incluidas las siguientes:[83][85]

  • Colestasis y obstrucción biliar (pruebas de función hepática [PFH])

  • Desnutrición: albúmina, proteínas totales, tiempo de protrombina/INR, hemograma completo (HC), betacaroteno (vitamina A), zinc, selenio, vitamina E, vitamina D

  • Densitometría ósea inicial en pacientes de alto riesgo (es decir, las mujeres en la etapa de la posmenopausia, los hombres de más de 50 años, los pacientes con antecedentes previos de fractura por traumatismo leve) y aquellos con malabsorción.[99] Si se detecta osteopenia, deben ofrecerse exámenes de control en 2 años. Aquellos con osteoporosis deben comenzar con los medicamentos adecuados o consultar a un especialista en huesos.[99]

  • Esteatorrea (grasa fecal cualitativa)

  • Diabetes (glucosa)

  • Insuficiencia pancreática exocrina: se recomienda la monitorización del estado nutricional.[84]​ La American Gastroenterological Association recomienda evaluar el índice de masa corporal, la masa muscular, la calidad de vida y los niveles de vitaminas liposolubles.[84]

Las imágenes de rutina no tienen una función clara en el seguimiento.

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