Infección por virus herpes simple

La infección por el virus del herpes simple es frecuente y presenta múltiples manifestaciones clínicas.

La presentación clínica clásica de vesículas que se transforman en úlceras dolorosas es inusual; los síntomas leves y atípicos son comunes y la mayoría de las personas presenta la enfermedad sin diagnosticar.

Los síntomas del herpes oral (herpes labial) incluyen hormigueo y ardor, seguidos del desarrollo de lesiones vesiculares y luego ulcerosas que afectan a la orofaringe y la mucosa perioral.

Los síntomas del herpes genital oscilan entre asintomáticos y el hormigueo y ardor sin lesiones, hasta las ulceraciones genitales recurrentes.

El tratamiento antiviral es eficaz para acortar la duración y la gravedad de un brote.

El tratamiento supresor diario reduce las recurrencias en un 80% y disminuye el riesgo de transmisión en aproximadamente 50%.

Las pruebas virológicas (prueba de amplificación de ácidos nucleicos o cultivos virales) a partir del hisopo de una lesión activa son el método preferido para establecer el diagnóstico y distinguir entre los tipos 1 y 2.

Las principales manifestaciones clínicas de la infección por el virus del herpes simple (VHS) tipo 1 (VHS-1) o VHS tipo 2 (VHS-2) son las úlceras orales, genitales y oculares. Con menos frecuencia, las infecciones primarias o recurrentes del VHS también pueden presentarse en otros sitios con complicaciones neurológicas, oculares, hepáticas o respiratorias. El episodio primario se produce durante la infección inicial con el virus herpes simple (VHS), en la que el huésped no presenta respuesta de anticuerpos.

El herpes labial es una infección de la zona de la boca y los labios, más frecuentemente por el VHS-1.

La infección por virus herpes simple tipo 1 (VHS-1) o tipo 2 (VHS-2) causa herpes genital. El primer episodio clínico de ulceración genital puede deberse al contagio reciente con el virus o puede ser la primera vez que se reconoce la enfermedad, siendo el contagio más antiguo.

Tanto para el VHS-1 como para el VHS-2, la excreción asintomática y la transmisión del virus pueden ocurrir en ausencia de lesiones. El VHS permanece latente en los ganglios neuronales y se reactiva de forma periódica. La mayoría de las reactivaciones son asintomáticas, pero pueden resultar en la transmisión del virus.

Para más detalles sobre el manejo de la infección oftálmica por VHS, consulte los apartados Uveítis y Queratitis. Para más detalles sobre el manejo de la sospecha de encefalitis por VHS, consulte el apartado  Encefalitis.