Monitorización
La función hepática (aminotransferasas, bilirrubina y fosfatasa alcalina) deben verificarse al inicio antes de comenzar la terapia. Se deben obtener pruebas mensuales de la función hepática (PFH) en pacientes con una función hepática inicial anormal, enfermedad hepática subyacente, coinfección por VIH, embarazo y otros factores de riesgo para la hepatitis.
Se monitoriza a los pacientes que reciben tratamiento con etambutol para detectar alteraciones visuales y, si recibieron el tratamiento durante más de 2 meses, deben hacerse verificaciones visuales mensualmente. Puede ser necesario realizar una monitorización de rutina de la función hepática y renal.
En general, los pacientes deben hacerse una radiografía de tórax al finalizar el tratamiento de la tuberculosis pulmonar para que sirva como nuevo tratamiento inicial. De lo contrario, no se indica una monitorización de rutina después de finalizar el tratamiento. En pacientes con tuberculosis multirresistente a fármacos, se recomienda un seguimiento estrecho durante dos años después de la finalización del tratamiento (p. ej., radiografía de tórax y recogida de esputo cada 4-6 meses).
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