Monitorización
Los niños que tienen enfermedades premórbidas específicas que les provocan un alto riesgo de sepsis y sus secuelas requerirán una monitorización diferente de la de otros pacientes. El seguimiento con frecuencia depende de la afección subyacente (p. ej., seguimiento respiratorio para un niño que ha tenido neumonía). Algunos niños posiblemente necesiten seguimiento de un equipo de médicos, tales como un especialista, farmacéutico comunitario o un pediatra de la comunidad.
Los niños que presentan sepsis recurrentes o que tienen antecedentes familiares compatibles con inmunodeficiencia primaria (p. ej., trastornos del complemento); deben ser derivados para un seguimiento inmunológico formal. Cuando la infección recurrente es una característica; se debe analizar con un inmunólogo pediátrico la necesidad de administrar antibióticos profilácticos.
La monitorización a largo plazo del desarrollo es otra consideración importante tras la recuperación de sepsis o enfermedad crítica.
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