Complicaciones
Es una complicación que se presenta en casos raros de infección grave, con frecuencia debido al síndrome de dificultad respiratoria en adultos. Se observa más frecuentemente con parasitemia >10% y en pacientes de edad avanzada o inmunocomprometidos.
Es una complicación que se presenta en casos raros de infección grave; se observa con parasitemia >10% y en pacientes de edad avanzada o inmunocomprometidos.
Es una complicación que se presenta en casos raros de infección grave; se observa en el inicio de la anemia grave por hemólisis. Se presenta con frecuencia en pacientes con disfunción cardíaca subyacente o arteriopatía coronaria conocida.
Es una complicación que se presenta en casos raros de infección grave; se observa en el inicio de la disfunción multiorgánica en pacientes de edad avanzada o pacientes inmunocomprometidos con parasitemia >10%.
Es una complicación poco común que se presenta en casos de infección grave, aunque se observan con mayor frecuencia diversos grados de disfunción renal con enfermedad grave.
Se observa con frecuencia en pacientes que reciben clindamicina y quinina; generalmente necesitan una reducción de la dosis.
Los síntomas pueden persistir durante meses después de finalizado el tratamiento.
Se observa más frecuentemente en pacientes inmunocomprometidos, en especial aquellos con infección por VIH y en pacientes con enfermedad grave.
Es una complicación que se presenta en casos raros de la enfermedad leve a moderada en pacientes jóvenes y sanos.
Se han reportado casos esporádicos de anemia hemolítica autoinmune por anticuerpos calientes posterior a la babesiosis en pacientes asplénicos. Es posible que se requiera un tratamiento inmunosupresor.[43]
Las complicaciones esplénicas son infrecuentes e incluyen esplenomegalia, rotura esplénica e infarto esplénico. A diferencia de otras complicaciones graves, estas complicaciones suelen producirse en pacientes más jóvenes e inmunocompetentes y no se correlacionan con el nivel de parasitemia.[7]
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