Tratamientos emergentes
Pentamidina más sulfametoxazol/trimetoprima
Esta combinación es moderadamente eficaz en la mejoría de los síntomas y en la eliminación de la parasitemia en la infección por Babesia divergens, pero las reacciones adversas a la pentamidina intravenosa limitan su uso. Además, el efecto de la pentamidina es demasiado lento para su uso contra parásitos similares a B divergens.[38]
Azitromicina más quinina
Se utilizó la combinación de manera exitosa en 2 pacientes taiwaneses que no habían presentado mejoría tras la administración de clindamicina más quinina. Se eliminó la parasitemia en ambos pacientes con un ciclo de azitromicina más quinina.[39][40]
Clindamicina más doxiciclina más azitromicina
El uso de esta combinación se ha publicado como un caso clínico.[41] Un paciente inmunocomprometido con infección por VIH se presentó con fiebre de origen desconocido prolongada (durante meses) y posteriormente se descubrió que tenía babesiosis. La infección no respondió al tratamiento con clindamicina más quinina, aunque el mismo se complicó debido a la adición de antirretrovirales e interrupciones episódicas del tratamiento. Posteriormente, la infección se controló, pero no se curó, con clindamicina, doxiciclina y azitromicina en dosis altas.
Atovaquone/proguanil
El uso de atovaquone/proguanil se ha publicado como informe de un caso de un paciente con SIDA que no respondió a la azitromicina más atovaquone o a la clindamicina más quinina, pero que luego respondió a un régimen de 5 fármacos de atovaquone/proguanil, azitromicina, clindamicina y quinina durante 3 semanas, seguido de atovaquone/proguanil solo durante 60 días.[42]
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