Prevención primaria

No existe ningún tratamiento profiláctico disponible para los grupos de pacientes de alto riesgo.

De ser posible, se deben evitar las zonas endémicas de Ixodes scapularis (garrapata de venado) entre mayo y septiembre, en especial las zonas infestadas por garrapatas.[1] Si la exposición a las garrapatas es inevitable, se debe cubrir la piel expuesta con ropa de color claro e inspeccionar visualmente la piel y la ropa con frecuencia para identificar las garrapatas antes de que se adhieran. La aplicación de repelentes para garrapatas e insectos que contengan N,N-Dietil-meta-toluamida (DEET) sobre la piel y la ropa ofrece protección adicional, al igual que la aplicación de permetrina en la ropa.[1] La alimentación de la garrapata puede durar entre 48 y 72 horas o más. Las garrapatas adheridas a la piel deben retirarse inmediatamente, ya que el riesgo de infección aumenta en relación con el tiempo que las garrapatas permanezcan adheridas.

Prevención secundaria

La babesiosis es una enfermedad notificable a nivel nacional en algunos países y se debe comunicar a las autoridades locales.

Al igual que con la prevención primaria, las medidas preventivas se limitan a evitar la exposición a las garrapatas de venado (Ixodes scapularis) en las zonas endémicas de la enfermedad y aplicar repelente para insectos que contengan N,N-dietil-meta-toluamida (DEET) cuando se encuentren en zonas boscosas.

Debido a que la babesiosis no se transmite generalmente entre personas, no se requiere cribado o profilaxis para el contacto con los pacientes infectados. Sin embargo, existe un riesgo de transmisión a través de la sangre de los donantes, con el advenimiento de los casos relacionados con transfusiones.[21] En consecuencia, la comunidad científica ha debatido sobre la necesidad de realizar pruebas de cribado de rutina para babesiosis en la sangre de los donantes.[44] La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de los Estados Unidos ha aprobado pruebas de ácido nucleico y de inmunoensayo fluorescente en serie para su uso como pruebas de cribado de sangre total de donantes, componentes sanguíneos y donantes vivos de órganos y tejidos. La FDA recomienda la realización de pruebas regionales para detectar la Babesia en muestras de donantes de sangre mediante pruebas de ácido nucleico.[16]

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