Etiología

El esfínter esofágico inferior regula el paso de los alimentos del esófago al estómago e incluye tanto el músculo liso intrínseco como el músculo esquelético. Los episodios de relajación transitoria del esfínter esofágico inferior constituyen un fenómeno normal, pero se producen más frecuentemente en la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) y provocan el reflujo del contenido gástrico hacia el esófago.[21]​ La relajación transitoria del esfínter esofágico inferior es más frecuente después de las comidas y está estimulada por la grasa en el duodeno.[22]​ Es más probable que se produzca si existe un saco hiatal que contenga ácido. Los pacientes que presentan un reflujo grave a menudo presentan hernia hiatal y disminución de la presión del esfínter esofágico inferior en reposo. Sin embargo, la presión puede ser alta en el esfínter esofágico inferior en algunos pacientes con reflujo leve o moderado.[23]

Fisiopatología

La gravedad del daño en la mucosa depende de la duración del contacto con el contenido gástrico, de las características del contenido gástrico (el ácido, la pepsina y las sales biliares dañan la mucosa) y de la resistencia del epitelio al daño.

La duración del contacto con el contenido gástrico depende de la cantidad de episodios de reflujo, de la eficacia del peristaltismo esofágico y de la neutralización del ácido mediante la saliva.[3] Se pueden producir contracciones esofágicas de baja amplitud en el caso de reflujo grave, lo que reduce la capacidad para eliminar el ácido del esófago.

Los síntomas laringofaríngeos pueden ser causados por un reflujo faríngeo intermitente. Por lo general, este se produce por la noche, al disminuir el tono de reposo del esfínter esofágico superior. La estimulación del nervio vago (causada por el ácido en el esófago inferior) puede producir tos crónica y carraspera. Hay poca evidencia definitiva de estos mecanismos.[24]

El asma inducido por reflujo puede ser causado por aspiración crónica del contenido del reflujo y broncoconstricción vasovagal, pero aun no se ha establecido una relación causal clara. El reflujo gastroesofágico asintomático es frecuente entre los pacientes que tienen asma controlada de manera deficiente, pero el tratamiento con inhibidores de la bomba de protones no ha demostrado mejorar el control del asma.[25] Se debe tratar la ERGE sintomática en pacientes con asma.[26]

Los síntomas como la acidez estomacal, la regurgitación o la disfagia pueden persistir a pesar del tratamiento con inhibidores de la bomba de protones y permanecer inexplicables por medio de la endoscopia, la manometría o la monitorización de ácidos. El motivo no está claro. La hipersensibilidad y los síndromes funcionales han sido implicados.[3]

Clasificación

Definición de Montreal[2]

Esta definición clasifica los síndromes esofágicos.

  1. Síndromes con síntomas y sin lesión:

    • Síndrome de reflujo típico.

    • Síndrome de dolor torácico por reflujo.

  2. Síndromes con lesión esofágica:

    • Esofagitis por reflujo

    • Estenosis por reflujo.

    • Esófago de Barrett.

    • Adenocarcinoma de esófago.

Síndromes extraesofágicos

  1. Asociaciones establecidas:

    • Síndrome de tos por reflujo

    • Síndrome de laringitis por reflujo.

    • Síndrome de asma por reflujo.

    • Síndrome de erosión dental por reflujo.

  2. Asociaciones propuestas:

    • Faringitis

    • Sinusitis

    • Fibrosis pulmonar idiopática

    • Otitis media recurrente.

Algunos investigadores sugieren que el concepto de ERGE como entidad compuesta y basada en los síntomas requiere una reevaluación.[8]

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