Epidemiología

Los trastornos depresivos son muy comunes y se encuentran dentro de las causas principales de discapacidad a nivel mundial.[10] En las personas de entre 18 y 44 años, la depresión es la causa principal de discapacidad y muerte prematura. En Estados Unidos, la depresión mayor es la segunda causa de discapacidad en general.[11] Más allá del impacto directo de la depresión sobre la esfera laboral y la calidad de vida, la depresión se asocia con peores resultados en salud de diversas enfermedades.[12][13][14]

La incidencia en las mujeres es el doble que en los hombres.[15][16]

Se ha notificado una prevalencia puntual global de depresión y ansiedad del 12,9% y una prevalencia a lo largo de la vida del 10,8%.[17] La prevalencia notificada varía sustancialmente entre países, desde el 2% al 21%.[18] En Europa la prevalencia oscila del 2,56% (en Eslovaquia) al 10,33% (en Islandia).[16]

En los pacientes con un pariente de primer grado afectado, el riesgo de por vida de depresión se duplica o triplica. El primer inicio se produce con mayor frecuencia en pacientes de 12 a 24 años o mayores de 65 años.[19] Aproximadamente, uno de cada cinco residentes de residencias de ancianos sin demencia está diagnosticado de depresión.[20] La demencia, según algunas medidas, puede casi duplicar el riesgo.[21]

La prevalencia de los síntomas de depresión y ansiedad se ha incrementado durante la pandemia de COVID-19.[22] Aún no se ha establecido si también hay un aumento en la prevalencia del trastorno depresivo mayor asociado con el COVID-19. Hay evidencia limitada que sugiere que la telemedicina es tan eficaz como las visitas presenciales para tratar el trastorno depresivo mayor; se necesitan más ensayos controlados aleatorizados.[23]

El uso de este contenido está sujeto a nuestra cláusula de exención de responsabilidad