Antecedentes de caso

Antecedentes de caso

Una mujer de 45 años de edad presenta una historia de un mes de evolución de sueño no reparador y ánimo irritable, en el contexto de un divorcio reciente y una disputa en curso con su exmarido por la custodia de sus 2 hijos adolescentes. Además, recientemente recibió un informe de mal desempeño en su trabajo debido a su incapacidad de cumplir con los plazos y tiene miedo de perder su trabajo. Explica que sus problemas laborales surgen porque no es capaz de mantenerse concentrada en el trabajo. Expresa sentimientos de inutilidad y, en ocasiones, se pregunta qué sentido tiene vivir. Se debe esforzar para seguir participando en las actividades de sus hijos y en otras aficiones que antes disfrutaba; siente que simplemente está “haciendo las cosas por inercia”. Sufrió un episodio similar después del nacimiento de su segundo hijo, pero lo superó después de varios meses. Tiene antecedentes familiares de suicidio; su madre se suicidó cuando la paciente tenía 10 años. Durante el examen es notorio el esacaso contacto visual y el llanto frecuente. Los resultados de sus pruebas, incluida la prueba de la hormona estimulante del tiroides, son normales.

Otras presentaciones

En las personas de edad avanzada, la depresión se puede presentar como una disminución en el autocuidado, retraso psicomotor, irritabilidad y apatía. Estos pacientes también pueden presentar deterioro cognitivo grave (déficits de memoria) como resultado de la depresión. Para esta población, se encuentran disponibles varias herramientas diagnósticas, como la Escala de Depresión Geriátrica (Geriatric Depression Scale) y, cuando el deterioro cognitivo es importante, la Escala de Cornell para la depresión en la demencia (Cornell Scale for Depression in Dementia). [ escala de depresión geriátrica (Geriatric Depression Scale) Opens in new window ] Cornell Scale For Depression in Dementia Opens in new window

Las mujeres en el periodo posnatal se encuentran en riesgo alto de depresión.[3] La evidencia sugiere que el cribado de las mujeres embarazadas y posnatales reduce el riesgo de depresión.[4][5] Los médicos deben vigilar a las pacientes durante el embarazo y las semanas posteriores al parto, y pueden realizar un cribado para detectar la depresión posnatal mediante la Escala de depresión posnatal de Edimburgo (Edinburgh Postnatal Depression Scale). Edinburgh Postnatal Depression Scale Opens in new window

Los pacientes con diabetes, cáncer, accidente cerebrovascular, infarto de miocardio (IM), obesidad y otras afecciones clínicas generales presentan tasas mayores de depresión que las personas sin afecciones de comorbilidad y puede presentarse con poca frecuencia con la falta de adherencia al tratamiento, múltiples síntomas inexplicables o síndromes de dolor crónico.[6][7][8][9]

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