Etiología

No se ha identificado una etiología única para la anorexia nerviosa. Es probable que múltiples factores biológicos, psicológicos y sociales contribuyan a su desarrollo y persistencia.

La evidencia sugiere que los factores genéticos son importantes en el desarrollo de la anorexia nerviosa, como ocurre en la mayoría de los trastornos psiquiátricos. Los índices de heredabilidad oscilan entre el 50% y el 75% mediante una amplia variedad de estrategias de evaluación.[19]

Parece que el funcionamiento de un número de sistemas de neurotransmisores del sistema nervioso central está alterado, lo que sugiere que podrían tener algún papel en la etiología de la anorexia nerviosa. No obstante, los estudios han sido generalmente difíciles de interpretar porque los cambios observados pueden ser consecuencia de la semiinanición, en lugar de la causa de la anorexia nerviosa. Está en curso la investigación del rol de los distintos circuitos neuronales cerebrales que pueden contribuir al desarrollo y a la persistencia de trastornos de la alimentación y trastornos del consumo de sustancias.[20]

Es probable que los factores psicosociales también jueguen un papel significativo. Los individuos tienden a manifestar trastornos de ansiedad antes de la enfermedad y a menudo el inicio de la enfermedad está desencadenado por acontecimientos vitales estresantes, como empezar a ir a una nueva escuela. Se puede asumir que también contribuyen los enormes cambios psicológicos y biológicos que acompañan a la pubertad, probablemente de formas diversas.

Fisiopatología

La fisiopatología asociada a la anorexia nerviosa está relacionada con la pérdida de peso. Se han identificado anormalidades en prácticamente todos los sistemas fisiológicos del cuerpo en pacientes por debajo de su peso normal, incluida la función cardíaca, reproductiva, hematopoyética, gastrointestinal y renal. La recuperación del peso corporal a niveles normales revierte estas anormalidades casi sin excepción. No obstante, la anorexia nerviosa se suele desarrollar en el momento de la vida en el que se alcanza la máxima masa ósea. La anorexia nerviosa interfiere con el desarrollo de los huesos, lo que conlleva un mayor riesgo de osteoporosis más adelante en la vida, incluso cuando se consigue recuperar un peso normal.[21][22]

Clasificación

Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, 5ª edición (DSM-5-TR)[1]

El DSM-5 es un sistema estandarizado creado por la American Psychiatric Association para clasificar los trastornos psiquiátricos.

A lo largo de este tema se han utilizado los criterios del DSM-5-TR con fines diagnósticos. Sin embargo, los datos de la investigación presentados pueden basarse en pacientes seleccionados utilizando ediciones anteriores del DSM. A continuación se detallan los principales cambios en el DSM-5-TR:

  • Eliminación del índice de masa corporal (IMC) o criterios de peso específicos para definir peso significativamente bajo; mejoría de la lingüística para indicar que la determinación del peso bajo se debe hacer teniendo en cuenta el contexto de la edad, el sexo, la trayectoria de crecimiento, etc., del individuo.

  • Mejoría de la lingüística para incluir los criterios de comportamiento que indican reticencia a aumentar el peso a pesar de tener un peso significativamente bajo.

  • Incorporación de criterios de IMC para determinar la gravedad

  • Eliminación de los criterios que exigían amenorrea.

Los criterios de diagnóstico del DSM-5 para la AN son los siguientes:

  1. Restricción de la ingesta calórica en relación con los requisitos, que conduce a un peso significativamente bajo en el contexto de la edad, el sexo, la trayectoria durante el desarrollo y la salud física

  2. Miedo intenso a ganar peso o un comportamiento persistente que interfiere con el aumento de peso, aunque tenga un peso significativamente bajo

  3. Alteración de la forma en que se experimenta el peso o la forma del cuerpo, influencia indebida del peso o la forma del cuerpo en la autoevaluación, o falta persistente de reconocimiento de la gravedad del bajo peso corporal actual.

Subtipo específico:

  • Subtipo restrictivo: sin episodios de ingesta compulsiva o purgas durante los 3 meses anteriores; la pérdida de peso se logró mediante dieta, ayuno y/o ejercicio excesivo

  • Subtipo compulsivo/purgativo: episodios recurrentes de atracones o purgas (es decir, vómito autoinducido o el abuso de laxantes, diuréticos o enemas) durante los 3 meses anteriores.

Nivel específico de gravedad para los adultos. El nivel de gravedad se puede aumentar en base a otros indicadores, como inestabilidad médica y duración de la enfermedad:

  • Leve: IMC≥17 kg/m²

  • Moderada: IMC 16-16.99 kg/m²

  • Grave: IMC 15-15.99 kg/m²

  • Extrema: IMC <15 kg/m².

Niños y adolescentes: hay factores especiales a tener en cuenta para determinar si un niño o adolescente está o no por debajo del peso normal y puede ser útil utilizar el percentil de IMC por edad del Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de EE. UU. El CDC ha sugerido que un IMC por debajo del percentil 5 sugiere un estado de peso por debajo del normal, pero los niños y los adolescentes que se encuentran por encima del percentil 5 pueden tener un peso significativamente inferior al normal en términos de su aumento de peso esperado. El uso de una curva de crecimiento individual puede resultar útil para determinar si el niño se encuentra en su propia trayectoria de crecimiento personal.

Clasificación internacional de enfermedades, undécima revisión (CIE-11)[2]

La CIE-11 caracteriza la anorexia por un peso corporal significativamente bajo para la altura, la edad y la etapa de desarrollo del individuo, que no se debe a otra afección de salud o a la falta de alimentos disponibles. Un umbral comúnmente utilizado es un IMC inferior a 18.5 kg/m² en adultos y un IMC para la edad inferior al percentil 5 en niños y adolescentes. La pérdida rápida de peso (p. ej., más del 20% del peso corporal total en un plazo de 6 meses) puede sustituir a la orientación del bajo peso corporal cuando también se cumplen otros criterios diagnósticos.[2]

Otras características necesarias para el diagnóstico son un patrón persistente de alimentación restrictiva o comportamientos dirigidos a conseguir un peso corporal bajo, incluyendo la reducción de la ingesta de energía, el aumento del gasto energético mediante el ejercicio o el uso de laxantes o vómitos. También una preocupación excesiva por el peso o la forma, pesando o midiendo repetidamente o evitando la ropa ajustada. Los especificadores del estado de bajo peso se basan en que un IMC más bajo confiere un peor pronóstico y así se dividen en anorexia con peso corporal normal, con peso corporal significativamente bajo o con peso corporal peligrosamente bajo.[2]

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