Discusión con el paciente
Linfomas agresivos
Los pacientes con linfomas agresivos que se sometan a quimioterapia deben tener en cuenta los signos y síntomas de infección e informar al médico si experimentan fiebre, escalofríos moderados, cefalea, lesiones cutáneas, dolor abdominal, dolor al orinar o tos. Los pacientes que sean neutropénicos deben evitar entrar en contacto con personas enfermas o de personas que cuidan a personas enfermas. También deben evitar lugares concurridos y se deben lavar las manos con frecuencia.
Los pacientes deben recibir educación acerca de los efectos adversos de la quimioterapia, como el sangrado, y deben informar a sus médicos si presentan heces negras o sangrado rectal, nasal, gingival o vaginal.
Una nutrición equilibrada con abundancia de frutas y verduras es importante.
Es preciso que los pacientes conozcan la importancia de cumplir el calendario de quimioterapia.
Los pacientes deben ser informados del riesgo a largo plazo de mielodisplasia y leucemia aguda.
Linfomas indolentes
En este grupo se aplican las recomendaciones para los pacientes con linfoma agresivo.
Los pacientes con linfoma indolente deben informar a sus médicos si desarrollan fiebre, escalofríos, sudores nocturnos, pérdida de peso y/o aumento rápido del tamaño de sus ganglios linfáticos, ya que esto puede significar la transformación a linfomas agresivos.
Los pacientes deben conocer las complicaciones a largo plazo de la radioterapia, como el cáncer de mama, y someterse al cribado adecuado.
Los pacientes deben ser informados del riesgo a largo plazo de mielodisplasia y leucemia aguda.
Las pacientes con implantes mamarios deben informar a su médico para que las evalúe si desarrollan hinchazón, masa o dolor en las proximidades de los implantes (generalmente >1 año después de la implantación), especialmente si los implantes están texturizados.
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