Monitorización

Depende de si el linfoma no Hodgkin (LNH) es agresivo o indolente y de la histología, la estadificación y la capacidad de respuesta.

En general, se debe examinar y controlar a los pacientes antes de cada ciclo de quimioterapia, con hemograma completo (HC), perfil metabólico básico, pruebas de función hepática y lactato deshidrogenasa (LDH).

Los parámetros de laboratorio, incluido el HC con diferencial, se monitorizan habitualmente para detectar neutropenia grave (recuento absoluto de neutrófilos <500 células/microlitro [<0,5 x 10⁹/L]).

La reestadificación con tomografía por emisión de positrones/tomografía computarizada (TEP/TC) durante el tratamiento o después de la finalización del mismo puede ayudar a guiar el tratamiento posterior o la repetición de la biopsia para ciertos linfomas (p. ej., linfoma difuso de linfocitos B grandes).

Se debe hacer seguimiento a los pacientes una vez cada 3 meses durante el primer año tras el tratamiento, después cada 3-6 meses durante los 2 años siguientes y cada 6-12 meses de allí en adelante.[174]

Deben monitorizarse las pruebas de laboratorio del síndrome de lisis tumoral (LDH, el perfil químico, ácido úrico, creatinina, potasio, calcio y fósforo), especialmente en el caso del linfoma de Burkitt.

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