Monitorización
Los datos relacionados con el papel de la monitorización de los pacientes con cáncer de páncreas resecable son limitados. Según el consenso, el panel de la National Comprehensive Cancer Network recomienda la evaluación de los síntomas según los antecedentes y la exploración física, según corresponda.[1] También debe incluirse la determinación del antígeno (CA) 19-9, una tomografía computarizada (TC) de tórax y una TC o resonancia magnética abdominopélvica con contraste (a menos que esté contraindicado). Sin embargo, la elevación del CA 19-9 sin otros indicios de recurrencia no constituye una indicación clara de tratamiento adicional.[1]
Se debe realizar un seguimiento estrecho a los pacientes con enfermedad metastásica avanzada tratados con quimioterapia para vigilar la posible toxicidad en cada ciclo de quimioterapia y evaluar su respuesta a la misma cada 2 meses. Estos pacientes pueden presentar cambios abruptos en el estado clínico debido a la rápida progresión del tumor con un mayor riesgo de complicaciones. Dado que no existen posibilidades de curación, se debe plantear un programa de seguimiento con el paciente que esté diseñado para evitar el estrés emocional y la carga económica para el paciente.
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