Complicaciones
La mortalidad asociada con la pancreaticoduodenectomía es <5% en los centros especializados de alto volumen. Sin embargo, la morbilidad va de un 30% a un 60%. Debido a que una de las principales complicaciones y causas de muerte después de la pancreaticoduodenectomía es la fuga del muñón pancreático residual, los intentos técnicos y farmacológicos se han basado en la prevención de las complicaciones relacionadas con el muñón pancreático. Los únicos tratamientos que demostraron ser eficaces para la prevención de complicaciones (fuga pancreática y acumulaciones intraabdominales) son la somatostatina y sus análogos, en especial, el octreótido.[155][156]
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La oclusión del conducto pancreático no ayuda en la prevención de complicaciones asociadas con la fuga pancreática cuando se lo agrega a la anastomosis y no se la recomienda debido al aumento de casos de fístula pancreática y de insuficiencia pancreática exocrina y endocrina.[155] A pesar de que algunos estudios sugieren que la pancreaticogastrostomía reduce la fístula pancreática postoperatoria en comparación con la pancreaticoyeyunostomía,[157][158]
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la evidencia es débil, con estudios que informaron de resultados contradictorios y un alto riesgo de sesgo.[155][159] La reconstrucción en doble asa (en Y de Roux) y la pancreaticoyeyunostomía aislada de drenaje biliar prolongó significativamente los tiempos de funcionamiento sin reducir las complicaciones postoperatorias y, por lo tanto, no es superior a la reconstrucción convencional en asa única.[160] No existe evidencia que demuestre que el uso de adhesivo de fibrina es eficaz en la prevención de fugas pancreáticas.[155][159][161]
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El vaciamiento gástrico inicial retrasado se asocia generalmente con sepsis intraabdominal; el tratamiento debe orientarse al tratamiento de la causa. Los agentes procinéticos, como la eritromicina, pueden ayudar. La evidencia sugiere que no hay diferencia entre la colocación de la anastomosis gastroentérica antecólica o retrocólica.[162] Además, una reconstrucción tipo Billroth II puede reducir el vaciamiento gástrico inicial retrasado mejor que la reconstrucción en Y de Roux.[163]
Alrededor del 5% de los pacientes presentan obstrucción duodenal como consecuencia del carcinoma pancreático. Los pacientes generalmente presentan dolor abdominal, vómitos, estreñimiento absoluto y distintos grados de distensión abdominal. El tratamiento de la obstrucción duodenal puede consistir en un procedimiento de gastroyeyunostomía o en la colocación de stents endoscópicos.[1][41]
Los pacientes presentan fiebre, ictericia, dolor en el cuadrante superior derecho y, en los casos graves, sepsis o confusión mental. La colangitis tiene un gran potencial de mortalidad y morbilidad, con tasas de mortalidad informadas de entre un 13% y un 88%.
Los antibióticos son necesarios para el tratamiento de la colangitis, donde la elección del tratamiento antibiótico depende del organismo observado y su sensibilidad al antibiótico. Muchos pacientes responden a la antibioticoterapia; los pacientes que no responden necesitan un drenaje biliar de emergencia.
Los pacientes con cáncer de páncreas presentan un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad tromboembólica venosa: las tasas de incidencia van de un 17% a un 57%. Se prefiere el uso a largo plazo de la heparina de bajo peso molecular a la warfarina en la prevención primaria y secundaria de la enfermedad tromboembólica venosa.[154]
Si un tumor pancreático se ulcera en el duodeno y sangra, las opciones terapéuticas incluyen la embolización superselectiva de los vasos que presentan sangrado o un stent metálico cubierto.
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