Anamnesis y examen
Principales factores de diagnóstico
común
presencia de factores de riesgo
Los factores de riesgo claves incluyen sexo masculino, edad de 20 a 50 años, IM transparietal, cirugía cardíaca, neoplasia, infección bacteriana y viral, uremia, diálisis y enfermedades autoinmunes sistémicas.
dolor torácico
Este es el síntoma más frecuente y se produce en más del 85% de los casos.[1] El dolor es agudo, punzante, pleurítico o sordo, y puede imitar el dolor de la isquemia miocárdica o del infarto, especialmente si es sordo o con sensación de opresión. El dolor en el borde del trapecio es más específico del dolor pericárdico. Casi todos los pacientes informan sentir alivio del dolor al sentarse o inclinarse hacia adelante. El dolor generalmente es constante, no está relacionado con el esfuerzo y responde poco a los nitratos.[13][15]
roce pericárdico
Puede estar presente en <33% de los casos.[1] El roce, cuando está presente, se describe como un sonido agudo o chillón. Se ausculta mejor en el borde esternal izquierdo, con el paciente inclinado hacia adelante al final de la espiración.[12] El roce puede aparecer y desaparecer durante horas, por lo que la sensibilidad se basa en la frecuencia de la auscultación cardíaca y es importante examinar repetidamente a los pacientes con sospecha de pericarditis.[14]
Otros factores de diagnóstico
infrecuente
fiebre
mialgias
Puede que se observe un pródromo de mialgias y malestar general con cualquier causa de pericarditis aguda, especialmente en adultos jóvenes.
signos de insuficiencia cardíaca derecha
Los síntomas y los signos de la insuficiencia cardíaca derecha pueden incluir fatiga, edema a nivel del tobillo y, en casos graves, ascitis.
Se debe sospechar de pericarditis constrictiva si un paciente presenta insuficiencia cardíaca derecha sin explicación, y tiene un antecedente de enfermedad pericárdica o una lesión pericárdica predisponente incluso si la lesión pericárdica antecede a la presentación clínica en años.[39]
Factores de riesgo
Fuerte
sexo masculino
La pericarditis aguda se presenta con más frecuencia en los hombres, especialmente en la forma viral en que la razón entre hombres y mujeres es de 3:1.[15]
20 a 50 años de edad
El trastorno se presenta con más frecuencia en adultos de 20 a 50 años de edad.[15]
infarto de miocardio (IM) transparietal
Después de un IM, existen dos formas de pericarditis: 'temprana' (pericarditis epistenocárdica) y 'tardía' (síndrome de Dressler).[28][29] La forma temprana está causada por inflamación local en el margen del área epicárdica afectada por el IM, con exudación directa. Esto ocurre en el 5 al 20% de los IM transparietales, pero suele no reconocerse clínicamente. La forma tardía se presenta de una semana a varios meses después del infarto, y no necesariamente presenta infarto transparietal. Su incidencia es de 0.5 a 5% (y de <0.5% en pacientes tratados con trombolíticos). La incidencia de pericarditis tras un IM transparietal ha disminuido a partir del uso de trombolíticos y de la revascularización miocárdica.
cirugía cardíaca
El síndrome pospericardiotomía se ha informado en hasta un 20% de los casos 4 semanas después de un injerto de derivación (bypass) de arterias coronarias. Se desarrolla de días a meses después de la cirugía. En comparación con el síndrome posinfarto, hay una mayor respuesta de anticuerpos anticardíacos (antisarcolémica y antifribilatoria) con una mayor liberación de antígenos.[1][13]
neoplasia
infecciones virales y bacterianas
La pericarditis viral es la infección pericárdica más frecuente.[1][13] La inflamación se debe a un ataque viral directo y/o a una respuesta inmunitaria (antiviral o anticardíaca). El inicio es frecuentemente posviral, sin evidencia de presencia del virus en el pericardio.
La pericarditis bacteriana es una pericarditis purulenta causada por bacterias patógenas, y se presenta en el 5% de los casos. La infección pericárdica puede deberse a una propagación hematógena o directa a partir de los órganos adyacentes, especialmente los pulmones o el espacio pleural.
En los países desarrollados, el 4% de los casos de pericarditis aguda se deben a Mycobacterium tuberculosis.[30]
uremia o en diálisis
Existen dos formas: pericarditis urémica y pericarditis asociada a la diálisis. La pericarditis urémica se presenta del 6 al 10% de los pacientes con insuficiencia renal aguda o crónica antes o inmediatamente después de la instauración de diálisis. La probabilidad de pericarditis aumenta con la gravedad de la azotemia (nitrógeno ureico en sangre >21.4 mmol/L [>60 mg/dL]).[1]
La pericarditis asociada a la diálisis se manifiesta en hasta el 13% de los pacientes que reciben hemodiálisis crónica. En ocasiones, se observa en pacientes que reciben diálisis peritoneal, que no recibieron una diálisis adecuada. La mayoría de los pacientes responde a la diálisis intensiva en un período de 1 semana a 2 semanas.
enfermedades autoinmunes sistémicas
La pericarditis frecuentemente está relacionada con enfermedades como la artritis reumatoide y el lupus, pero puede ser asintomática.[1]
Débil
lesión pericárdica
Se presenta de semanas a meses después del evento.
radiación mediastínica
La pericarditis con derrame aguda asociada a la radioterapia es poco frecuente. La pericarditis aguda tardía es más frecuente, y se presenta semanas después de la radioterapia. Generalmente se manifiesta como un derrame pericárdico asintomático o una pericarditis sintomática. La pericarditis crónica tardía podría presentarse de semanas a años después de la radioterapia y causar pericarditis constrictiva.[31]
El uso de este contenido está sujeto a nuestra cláusula de exención de responsabilidad