Pericarditis

Los síntomas de la pericarditis incluyen dolor torácico retroesternal grave y agudo, que empeora al inspirar y en posición supina.

El típico hallazgo físico es un roce pericárdico. Es posible que se presente febrícula.

Los signos diagnósticos incluyen elevación electrocardiográfica generalizada del segmento ST o depresión del PR y un derrame pericárdico nuevo o que empeora en la ecocardiografía; los análisis de sangre generalmente sugieren inflamación sistémica.

El tratamiento está dirigido a cualquier tipo de alteración sistémica subyacente. La pericarditis idiopática o viral responde a fármacos antiinflamatorios no esteroideos y a la colchicina.

Las complicaciones pueden incluir pericarditis recurrente crónica, taponamiento cardíaco y pericarditis constrictiva.

La pericarditis es una inflamación del pericardio. La forma aguda se define como una inflamación de inicio reciente que se prolonga durante <4-6 semanas. Se caracteriza clínicamente por una tríada compuesta por dolor torácico, roce pericárdico y cambios electrocardiográficos seriados. Puede haber o no derrame pericárdico. La pericarditis es la enfermedad más común del pericardio que se encuentra en la práctica clínica.[1]Adler Y, Charron P, Imazio M, et al. 2015 ESC Guidelines for the diagnosis and management of pericardial diseases. Eur Heart J. 2015 Nov 7;36(42):2921-64. http://eurheartj.oxfordjournals.org/content/36/42/2921.long http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26320112?tool=bestpractice.com