Monitorización

En los EE. UU., las guías de práctica clínica recomiendan que los AAA infra/yuxtarrenales que miden de 4.0 a 4.9 cm de diámetro se deberán monitorizar mediante ecografía/tomografía computarizada (TC) cada 6 a 12 meses.[5]​ Una vez superados los 4,5 cm en las mujeres y los 5 cm en los hombres, estas guías de práctica clínica recomiendan la vigilancia cada 6 meses.[5]​ AAA <3.9 cm puede monitorizarse mediante ecografía cada 2 ó 3 años.[5]​ El American College of Radiology recomienda que la ecografía doppler dúplex en color, la TC de abdomen y pelvis con contraste y la angiografía por resonancia magnética (ARM) son modalidades de imagen adecuadas para la vigilancia de pacientes con AAA asintomático.[5][295]​​​ También hay​ evidencias que sugieren que la ecografía doppler dúplex en color puede ser tan sensible como la TC para detectar fugas internas después de una intervención endovascular y podría utilizarse como una alternativa segura y eficaz que evita exponer a los pacientes a más radiación.[296][297][298]

En el Reino Unido, los intervalos anuales se utilizan para los AAA pequeños (de 3.0 cm a 4.4 cm), y los intervalos de 3 meses para los AAA de 4.5 a 5.4 cm.[133]

Una revisión sistemática y un metanálisis de los datos de pacientes individuales concluyó que los intervalos de vigilancia de 2 años para los AAA de 3.0 a 4.4 cm y de 6 meses para los AAA de 4.5 a 5.4 cm son seguros y coste-eficientes.[104]

El análisis de las tasas de crecimiento y rotura de los AAA indicó que, para mantener un riesgo de rotura del AAA <1%, se requiere un intervalo de vigilancia de 8.5 años para los hombres con un diámetro inicial de AAA de 3.0 cm.[104] El intervalo de vigilancia estimado correspondiente para los hombres con un diámetro inicial de aneurisma de 5.0 cm fue de 17 meses. A pesar de tener tasas similares de crecimiento de los aneurismas de pequeño tamaño, las tasas de rotura fueron 4 veces más altas en las mujeres que en los hombres.[104] Es necesario adaptar los programas de vigilancia y los criterios para considerar la cirugía para las mujeres con los AAA que se detectan oportunamente.

La Sociedad Europea de Cirugía Vascular (ESVS) recomienda la incorporación de las aortas subaneurismáticas (2.5 a 2.9 cm) en las recomendaciones de vigilancia del AAA, ya que los estudios de cohortes a largo plazo muestran que la mayoría de las aortas subaneurismáticas acaban avanzando a un AAA, de los cuales una proporción sustancial alcanzará el umbral de diámetro para considerar la reparación.[3]​ Las decisiones de vigilancia deben tener en cuenta la esperanza de vida, la idoneidad para futuras reparaciones y las preferencias del paciente.[3]

Postreparación

La Sociedad Estadounidense de Cirugía Vascular (US Society for Vascular Surgery) recomienda la vigilancia inicial con TC con contraste y ultrasonido dúplex en color durante el primer mes después de la reparación del aneurisma endovascular (EVAR).[5][76][217]​​​​ Si no se documenta, ni la endofuga, ni el ensanchamiento del AAA, las imágenes se deben repetir a los 12 meses usando ya sea TC con contraste, o bien estudios por imágenes de ecografía dúplex a color.[5][76]​​​

Se recomienda una tomografía computarizada de seguimiento sin contraste a intervalos de 5 años después de una reparación abierta o EVAR.[5][76]

La ESVS recomienda que todos los pacientes se sometan a una angiografía por tomografía computarizada (ATC) dentro de los 30 días posteriores a la reparación inicial.[3] Para los pacientes que han sido estratificados como de bajo riesgo de complicaciones (sin endofuga, anatomía dentro de las instrucciones de uso del fabricante [IFU], sin características de alto riesgo [diámetro proximal del cuello <30 mm y angulación <60 grados, y diámetro ilíaco <20 mm], superposición adecuada y sellado de 10 mm de aposición de injerto de stent proximal y distal a la pared arterial), lal ESVS recomienda considerar un seguimiento limitado, con imágenes diferidas hasta 5 años después de la reparación.[3] Los pacientes estratificados como de alto riesgo de complicaciones (presencia de T2EL, solapamiento o sellado insuficiente <10 mm, anatomía fuera de la IFU, cuello proximal grande [>30 mm], zonas de fijación ilíaca ectásica [>20 mm] o angulación extrema [>60 grados]) pueden considerarse exploraciones anuales con ATC o ecografía dúplex.[3] Para este propósito se prefiere la ATC y se ha demostrado que sus hallazgos tienen la mayor importancia pronóstica.[3] La exploración por ecografía dúplex se puede utilizar como alternativa para verificar la ausencia de endofugas y evaluar la permeabilidad y el flujo de la extremidad, pero dado que carece de una evaluación de la superposición del injerto del stent, la longitud del sello y la torcedura, puede ser necesario completarla con una TC sin contraste.[3]​​​

Las mujeres corren mayor riesgo de complicaciones postoperatorias (isquemia de las extremidades, complicaciones renales y cardiovasculares) y mortalidad (intrahospitalaria y a 30 días) que los hombres; es esencial una vigilancia estricta a largo plazo en las pacientes sometidas a reparación de AAA.[165]

Se requiere profilaxis antibiótica para la infección del injerto, previa a la broncoscopía, endoscopía gastrointestinal o genitourinaria y cualquier procedimiento dental que pueda conducir al sangrado.[76]

La sepsis generalizada, el drenaje inguinal, la formación de seudoaneurismas o el dolor indefinido tras la reparación abierta o la EVAR deben inducir una evaluación para verificar si hay infección del injerto.[76] El sangrado gastrointestinal después de una reparación abierta o una EVAR debe inducir una evaluación para verificar si hay alguna fístula aortoentérica.[76]

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