Complicaciones
Según los factores individuales variables, las opciones de tratamiento incluyen ventilación de presión positiva continua en las vías respiratorias, ventilación mecánica y diuréticos para aumentar la diuresis. Puede dar como resultado el desarrollo del síndrome de dificultad respiratoria aguda.
La hipoperfusión de cualquier etiología puede causar una disfunción multiorgánica, que puede ser irreversible. La mejor manera de prevenirla es mediante la reposición de volumen y el tratamiento temprano de la causa subyacente.
El riesgo depende de la dosis, la duración y el fármaco. También contribuyen factores asociados al paciente, en particular la presencia y el grado de la enfermedad oclusiva arterial periférica. Las principales opciones de tratamiento son la reducción de la dosis de los vasopresores y la amputación.
La cascada de la coagulación se activa de manera anormal y los factores de coagulación se consumen por la formación de pequeños coágulos dentro de los vasos sanguíneos. Esto da como resultado un sangrado anormal en la piel y en las membranas mucosas, conocidas como coagulación intravascular diseminada (CID). La CID puede ser el resultado de cualquier forma de shock, así como de la liberación de endotoxinas de los organismos en el contexto de la sepsis. La CID es una consecuencia grave del shock que a menudo causa lesiones renales agudas y muerte.
El shock se trata mejor en un entorno de medicina intensiva. Las vías permanentes y los catéteres, las lesiones de traumatismos, una estadía más prolongada del paciente y el uso de antibióticos contribuyen a aumentar el riesgo de infecciones intrahospitalarias. En pacientes con sepsis, se deben reducir los antibióticos empíricos, tan pronto como se haya identificado un agente patógeno y se presente alguna sensibilidad.[2][123]
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