Pronóstico
La insuficiencia hepática aguda (IHA) conlleva un riesgo considerable de mortalidad y continúa siendo un desafío importante para los médicos aun con el desarrollo de estrategias destinadas a mejorar los resultados. El inicio repentino de la enfermedad y la baja incidencia de IHA en la población general han limitado nuestra capacidad para estudiar la IHA de una manera prospectiva. No obstante, los datos del Acute Liver Failure Study Group de Estados Unidos han aportado una visión de las tendencias epidemiológicas, los resultados y el impacto de los tratamientos.
Los estudios epidemiológicos han demostrado sistemáticamente que el indicador pronóstico más importante en la IHA es la etiología.
Supervivencia y resultados
La IHA secundaria a la sobredosis de paracetamol, la hepatitis A aguda o la lesión hepática isquémica se asocia a un pronóstico favorable. Aproximadamente, el 70% de los pacientes con lesiones hepáticas inducidas por paracetamol se recuperan sin un trasplante de hígado.[131] Por el contrario, la IHA provocada por una lesión hepática inducida por fármacos idiosincrásica, hepatitis B aguda o una causa indeterminada presenta una tasa mucho más reducida de recuperación espontánea, que va de un 25% a un 41%.[13] La muerte o el trasplante de hígado son más probables si la IHA es secundaria a la hepatotoxicidad causada por suplementos dietéticos y herbales en lugar de la hepatotoxicidad causada por fármacos recetados, posiblemente porque los pacientes que toman suplementos dietéticos y herbales son reacios a buscar ayuda médica o tardan en reconocer la posible causa de su lesión hepática.[18][30][132]
Una presentación fulminante de la enfermedad de Wilson comporta un riesgo tan alto de mortalidad que el establecimiento de este diagnóstico es suficiente para cumplir los criterios necesarios para entrar en la lista de trasplante de hígado de emergencia.[43][130] La idoneidad para recibir un trasplante hepático se debe evaluar de inmediato en todos los pacientes que presenten IHA, dado que este puede ser el único tratamiento que influya en la supervivencia.
Un nivel bajo del factor V en presencia de una encefalopatía hepática puede predecir la mortalidad, en particular en pacientes con la IHA secundaria a una hepatitis viral.[62] En una cohorte prospectiva de pacientes con la IHA, se observó que los umbrales óptimos del factor V para predecir la supervivencia eran >10.5% de lo normal en la IHA con paracetamol y >22% de lo normal en la IHA sin paracetamol.[63]
Los pacientes con IHA que se someten a un trasplante de hígado parecen tener un riesgo más alto de muerte dentro de los 3 primeros meses posteriores al trasplante y tienen que volver a someterse a un trasplante con más frecuencia, en comparación con los casos programados.[130] Sin embargo, la tasa de supervivencia de 1 año después del trasplante en los EE.UU. ha mejorado en los últimos 10 años. Los datos de la Red de Organ Procurement and Transplantation Network de EE.UU. y del Scientific Registry of Transplant Recipients indican que los pacientes con FHA que se someten a un trasplante de hígado tienen una tasa de supervivencia a 5 años del 93%.[112]
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