Monitorización

Durante la fase aguda, todos los pacientes requieren una monitorización cardíaca. Una vez estabilizados, se pueden trasladar a una sala de monitorización no cardíaca.

Tras ser dados de alta, se recomienda realizar un seguimiento telefónico dentro de los 3 días posteriores y los pacientes deben ir a revisión entre los 7 y 10 días posteriores al alta.[31]

Una vez que es la fase aguda termine y los pacientes estén estables y se considere que la insuficiencia cardíaca sea estable, debe animarse a que hagan ejercicio aeróbico regular y se recomienda que se inscriban en un programa de gestión de la atención multidisciplinaria.[1]

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