Epidemiología

Debido a que las especies de Aspergillus son ubicuas, la aspergilosis invasiva (AI) se observa en todas las regiones geográficas, generalmente en pacientes inmunocomprometidos, como aquellos con cáncer y receptores de trasplantes. La verdadera incidencia de la aspergilosis, y de todas las enfermedades fúngicas, es poco conocida; sin embargo, la prevalencia mundial de la aspergilosis pulmonar crónica se estima en 3,000,000 y la incidencia anual mundial de la aspergilosis invasiva se estima en más de 300,000.[5]

La epidemiología de las infecciones fúngicas invasivas ha cambiado en todo el mundo en los últimos años debido a la expansión de la población en riesgo, con un número cada vez mayor de receptores de trasplantes de órganos sólidos y células madre y nuevos agentes inmunosupresores.[6][7] Un estudio realizado en Estados Unidos encontró que la incidencia de aspergilosis invasiva se ha mantenido estable a lo largo del tiempo, con una media de 2.4 casos por cada 100,000 pacientes al año.[8] Otro estudio encontró que el número de hospitalizaciones relacionadas con la aspergilosis invasiva en los EE. UU. aumentó en un promedio del 3% por año durante 2000-2013.[6]

En una revisión de 595 casos de aspergilosis invasiva, los pacientes tenían las siguientes afecciones subyacentes: autotrasplante de células madre (7%); trasplante alogénico de células madre (25%); neoplasia maligna hematológica (29%); trasplante de órgano sólido (9%); SIDA (8%); tumor de órgano sólido (4%); enfermedad granulomatosa crónica (2%); otras enfermedades pulmonares (9%); otras afecciones subyacentes (5%); ninguno (2%).[9]

Basado en un estudio de vigilancia en 2001-2002, la incidencia de aspergilosis invasiva (AI) a los 12 meses posteriores a un trasplante de células madre (TCM) fue de 0.5% en los receptores autólogos, 2.3% en los receptores alogénicos de donantes emparentados HLA compatibles y de 3.9% en los pacientes con donantes no emparentados.[10] La incidencia se ha incrementado en 12% en algunos datos reportados.[11] Aunque la tasa de mortalidad a 1 año para el trasplante de células madre haya mejorado, esta continúa siendo alta: entre 50% y 80%. La mortalidad se encuentra entre el 80% y el 90% cuando el Aspergillus implica al cerebro o la infección se disemina.[12]

En el trasplante de órgano sólido, la incidencia a los 12 meses posteriores al trasplante fue de 2.4%, 0.8%, 0.3% y 0.1% en el trasplante de pulmón, corazón, hígado y riñón, respectivamente.[10] En un estudio prospectivo multicéntrico sobre neoplasias malignas hematológicas, los pacientes con leucemia mielógena aguda que recibían quimioterapia de inducción estaban en mayor riesgo de aspergilosis invasiva, con una incidencia que va del 8% al 10%.[13] Se observa una menor incidencia en aquellos pacientes con leucemia linfocítica aguda y linfoma.

La aspergilosis pulmonar crónica complica otras enfermedades pulmonares.[2] En un estudio, se detectó aspergilosis en el 4.9% al 6.3% de todos los casos de tuberculosis pulmonar tratados y en el 26% de los casos con cavitación en la radiografía de tórax.[14] Según un estudio, el 11% de los pacientes con cavidades pulmonares secundarias a la tuberculosis tienen evidencia radiológica de aspergiloma.[15] En la mayoría de los casos de aspergiloma, las lesiones permanecen estables sin invasión del parénquima pulmonar o de los vasos sanguíneos.[15]

La prevalencia del aspergillus resistente a los azoles está aumentando en ciertas partes del mundo, probablemente debido al uso de medicamentos antimicóticos en la agricultura y los plaguicidas.[16]

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