Complicaciones

Complicación
Calendario
Probabilidad
Corto plazo
alto

En los pacientes sin tratar que presentan macroprolactinomas de gran tamaño que comprimen el quiasma óptico, es frecuente identificar defectos del campo visual (hemianopsia bilateral).[32]

Sin embargo, puede haber una rápida mejoría si el tratamiento con agonistas dopaminérgicos comienza lo antes posible.

A largo plazo
alto

La cirugía transesfenoidal puede ser complicada y ocasionar disfunción hipofisaria anterior y/o diabetes insípida que requiera el tratamiento de reposición hormonal permanente, especialmente en casos de macroprolactinomas invasivos y de gran tamaño.

A largo plazo
alto

La radioterapia hipofisaria rara vez se utiliza para los prolactinomas, ya que se asocia con una morbilidad significativa a largo plazo, incluido el hipopituitarismo.[32]

A largo plazo
baja

Cuando se administra en dosis muy altas, como en el caso de la enfermedad de Parkinson, la cabergolina puede causar cardiopatía valvular, en especial, regurgitación valvular.[19] Sin embargo, para el tratamiento de los prolactinomas, la cabergolina habitualmente se utiliza en dosis mucho más bajas.

Las evidencias no respaldan una asociación clínica significativa entre el tratamiento con cabergolina para los prolactinomas y la cardiopatía valvular.[20]

Los pacientes deben recibir la dosis eficaz más baja de cabergolina durante el menor tiempo posible. Puede realizarse una vigilancia ecocardiográfica en los pacientes que probablemente reciban dosis altas o moderadas de cabergolina durante un tiempo considerable.[22][23]

variable
baja

Aunque la mayoría de los pacientes toleran bien los agonistas dopaminérgicos para el tratamiento del prolactinoma, un reducido número de pacientes puede desarrollar alteraciones psiquiátricas, incluyendo trastornos del control de los impulsos.[14] Se necesitan más estudios para dilucidar los factores de riesgo específicos para el desarrollo de alteraciones psiquiátricas con los agonistas de la dopamina, pero en la actualidad se aconseja a los clínicos que monitoricen estrechamente las alteraciones del estado de ánimo y el desarrollo de trastornos del control de los impulsos. En el caso de los pacientes con trastornos psiquiátricos preexistentes, los agonistas de la dopamina deben utilizarse con precaución en el tratamiento del prolactinoma, y deben considerarse opciones de tratamiento alternativas, como la cirugía transesfenoidal.

variable
baja

Los pacientes pueden presentar síntomas agudos, que incluyen cefalea intensa, vómitos, deterioro de la visión, parálisis ocular o muerte, debido a hemorragia aguda o el infarto isquémico de un prolactinoma hipofisario de gran tamaño (apoplejía hipofisaria).[33][34]

La apoplejía hipofisaria puede aparecer como signo de presentación. Se han informado factores desencadenantes como el uso de anticoagulantes, la administración de estrógenos o el uso del tratamiento con agonistas dopaminérgicos.[34]

Muchos pacientes presentan síntomas a largo plazo, que sugieren una disfunción hormonal hipofisaria, antes de la apoplejía.

Algunos pacientes con apoplejía de un prolactinoma, con síntomas leves y sin déficit visual, mejoran espontáneamente y pueden manejarse de forma conservadora con agonistas dopaminérgicos y cuidados de soporte.[35]

Los pacientes con apoplejía sintomática pueden derivarse para la cirugía transesfenoidal.[33]

Por lo general, se requiere tratamiento con agonistas dopaminérgicos si el paciente sigue estando hiperprolactinémico a pesar de la cirugía transesfenoidal de la apoplejía hipofisaria.

variable
baja

Puede aparecer rinorrea como signo de presentación de un macroprolactinoma invasivo de gran tamaño o durante el tratamiento médico con dosis altas de agonistas dopaminérgicos para estos tumores.[32]

A veces, esta complicación requiere una intervención quirúrgica para disminuir el riesgo de meningitis bacteriana.

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