Prevención primaria

Los abordajes preventivos se utilizan principalmente en los casos de síndrome de Fanconi como consecuencia de la exposición a toxinas. La exposición al plomo y al cadmio son riesgos reconocidos, y tanto el uso de ambos metales, como la exposición a estos, está regulado por la ley. Se han introducido cambios en la fabricación de tetraciclina a fin de reducir su función en la generación del síndrome. En la actualidad, se administran dosis más bajas de cisplatino que en el pasado, y la expansión de volumen se utiliza para reducir la exposición renal al fármaco. Los pacientes con sensibilidad hereditaria a determinados carbohidratos se pueden proteger del síndrome de Fanconi evitando los agentes causales. Las nuevas formulaciones de anfotericina B pueden reducir la nefrotoxicidad, y la anfotericina B liposomal se asocia con niveles de creatinina significativamente más bajos que la anfotericina B convencional.[122]

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