Monitorización

Se debe monitorizar a los pacientes para comprobar si sufren ataques recurrentes, desarrollan tofos o presentan cambios radiográficos.

En los pacientes que toman agentes reductores del ácido úrico, se debe realizar un seguimiento de los niveles de ácido úrico cada 1 a 3 meses inicialmente, y posteriormente, cada 6 a 12 meses (nivel objetivo <360 micromol/L [<6 mg/dL]). En el Reino Unido, se recomienda el control anual del nivel de ácido úrico en suero para los pacientes con gota que continúen con el tratamiento para reducir el ácido úrico después de alcanzar su nivel objetivo de ácido úrico en suero.[53]

Se debe monitorizar a los pacientes para efectos adversos de antiinflamatorios no esteroides (AINE) y colchicina, especialmente si se utilizan durante períodos prolongados. Con respecto a los AINE, la colchicina y el alopurinol, se debe obtener un hemograma completo (HC) y pruebas de función renal y hepática cada 3 a 6 meses.

Al iniciar el tratamiento de alopurinol, los pacientes deben ser vigilados estrechamente para detectar el síndrome de hipersensibilidad inducido por el fármaco (fiebre, eosinofilia, erupción cutánea generalizada, edema facial y fallo multisistémico).[138]

El uso de colchicina a largo plazo puede asociarse con una neuromiopatía. El probenecid puede aumentar el riesgo de nefrolitiasis.[58]

La mayoría de los medicamentos mencionados, incluido el alopurinol, presentan múltiples interacciones farmacológicas que pueden requerir ajustes en las dosis de los medicamentos.

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