Anamnesis y examen

Principales factores de diagnóstico

común

presencia de factores de riesgo

Los factores de alto riesgo incluyen: edad avanzada; sexo masculino; uso de fármacos, como ácido acetilsalicílico, ciclosporina, tacrolimus o pirazinamida; consumo de carne, mariscos o alcohol; susceptibilidad genética y afecciones con un alto índice de recambio celular.[2][3][5][6][11][12][14][15][16]

hombres de >40 años

La gota es más frecuente en los hombres; la incidencia aumenta con la edad.[2][3][5][6][15]

uso de medicamentos que inducen a la gota

El uso de fármacos como el ácido acetilsalicílico, la ciclosporina, el tacrolimus o la pirazinamida aumentan la reabsorción de urato.[11][12]

consumo de carne, marisco o alcohol

Los metanálisis de estudios prospectivos de cohorte y transversales informan que el aumento de los niveles de urato en suero o la gota se correlacionan con la ingesta de carne roja, marisco y alcohol.[14][16]

Un seguimiento prospectivo de 12 años de 47,150 hombres informó un riesgo mayor de gota entre aquellos en los quintiles más altos de consumo de mariscos y carne, en comparación con aquellos en los quintiles más bajos, con riesgos relativos (RR) de 1.51 (IC del 95%, 1.17 a 1.95) y 1.41 (IC del 95%, 1.07 a 1.86), respectivamente.[15]

antecedentes de afección clínica con alta tasa de recambio celular

Las afecciones que conducen a un alto metabolismo de las purinas endógenas incluyen neoplasias malignas hematológicas, enfermedades mieloproliferativas, psoriasis y muerte celular inducida por quimioterapia.[10]

dolor intenso de inicio rápido

Frecuentemente, los pacientes con un ataque agudo pueden señalar el momento del inicio con precisión. Es posible que manifiesten que este es el dolor más intenso que han experimentado en su vida. Los síntomas suelen aparecer de la noche a la mañana.[53]

rigidez de las articulaciones

La rigidez de las articulaciones por la mañana es prominente y refleja el mecanismo inflamatorio subyacente. La función puede ser limitada debido al dolor y la rigidez.

distribución en las articulaciones del pie

Las articulaciones más comúnmente afectadas se encuentran en el pie, en especial las primeras articulaciones metatarsofalángicas, las tarsometatarsianas y las del tobillo.[58]

pocas articulaciones afectadas

Generalmente, el patrón es monoarticular u oligoarticular (<4 articulaciones). Puede ser poliarticular y afectar a varias articulaciones en las manos y los pies, especialmente en personas de edad avanzada.[58]

inflamación y derrame articular

Refleja la naturaleza inflamatoria de la enfermedad.

sensibilidad a la palpación

Generalmente, existe una sensibilidad a la palpación prominente y difusa de las articulaciones.

tofos

Pueden observarse sobre las articulaciones de las superficies extensoras, especialmente en codos, rodillas y tendones de Aquiles.[58]

También puede ser evidente en los aspectos dorsales de las manos y los pies, y en el hélix de las orejas.

Otros factores de diagnóstico

común

eritema y temperatura elevada

En ocasiones, puede ser sutil y requerir un examen minucioso.

infrecuente

antecedentes familiares de gota

Los antecedentes familiares de gota pueden aumentar el riesgo de hiperuricemia y gota.[50][51]

Factores de riesgo

Fuerte

edad avanzada

La incidencia anual de gota aumenta con la edad.[2][15]

sexo masculino

Es más frecuente en hombres.[2][3][5][6]

estado menopáusico

La gota es poco frecuente en las mujeres en la etapa de la premenopausia.[8]

consumo de carne, mariscos y alcohol

Los metanálisis de estudios prospectivos de cohortes y estudios transversales informan que el aumento de los niveles de urato en suero o la gota se correlacionan con la ingesta de carne roja, marisco y alcohol.[14][16]

Un seguimiento prospectivo de 12 años de 47,150 hombres informó un riesgo mayor de gota entre aquellos en los quintiles más altos de consumo de mariscos y carne, en comparación con aquellos en los quintiles más bajos, con riesgos relativos (RR) de 1.51 (IC del 95%, 1.17 a 1.95) y 1.41 (IC del 95%, 1.07 a 1.86), respectivamente.[15]

uso de diuréticos

Tanto los diuréticos tiazídicos como los diuréticos de asa se asocian con un mayor riesgo de gota y ataques de gota.[37]

Un metanálisis de estudios de cohorte concluyó que el uso de diuréticos aumenta más del doble el riesgo de desarrollar gota en comparación con el no uso de diuréticos.[13]

uso de ciclosporina o tacrolimus

Conduce al aumento de la reabsorción tubular de urato y a la disminución de la filtración glomerular y la nefropatía intersticial.[11][12]

uso de pirazinamida

Aumenta la reabsorción de urato.

uso de aspirina

Las dosis de ≤325 mg aumentan los niveles de urato, mientras que dosis más altas poseen efectos uricosúricos y resultan en niveles menores de urato.[10]

susceptibilidad genética

Algunos sobreproductores de urato presentan defectos genéticos específicos, como la deficiencia de hipoxantina-guanina fosforribosiltransferasa (HPRT), la hiperactividad de la enzima 5-fosforribosil-pirofosfato sintetasa (PRPP) y la deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PD).[32][33][34]

La forma más completa de deficiencia de la HPRT se asocia al síndrome de Lesch-Nyhan (gota prematura y problemas de aprendizaje en los niños).[38] El déficit parcial de la enzima se asocia con gota e hiperuricemia, sin manifestaciones neurológicas.

alta tasa de recambio celular

Las afecciones que conducen a un alto metabolismo de las purinas endógenas incluyen neoplasias malignas hematológicas, enfermedades mieloproliferativas, psoriasis y muerte celular inducida por quimioterapia.[10]

Débil

obesidad

Aumenta el riesgo de gota.[17][18]

Un metanálisis de estudios de cohorte informó que las personas con un índice de masa corporal de ≥30 presentan más del doble de probabilidades de desarrollar gota que las personas sin este factor de riesgo.[13]

adiposidad y resistencia a la insulina

Se relacionan con la hiperuricemia.[17][18][39][40][41]

La pérdida de peso se asocia con un menor nivel de ácido úrico y riesgo de gota y con una reducción del ácido úrico sérico en quienes padecen gota.[42][43][44]

insulina exógena

La insulina farmacológica exógena puede reducir la excreción renal de urato.[45][46]

hipertensión

Es un factor de riesgo independiente de la gota.[17][37]

La excreción renal de urato es excesivamente baja con respecto a la tasa de filtración glomerular.[47] Esto puede reflejar nefrocalcinosis temprana en pacientes hipertensos. La gota, a su vez, puede asociarse con una mayor incidencia de hipertensión y morbilidad cardiovascular.[48]

Un metanálisis de estudios de cohortes concluyó que las personas con hipertensión presentan más del doble de riesgo de desarrollar gota (riesgo relativo 2.11), en comparación con los individuos normotensos.[13]

insuficiencia renal

Se descubrió que está asociada con un mayor riesgo de gota o ataques de gota incidentes.[37]

diabetes mellitus

Los estudios epidemiológicos sugieren que los pacientes con diabetes mellitus presentan un mayor riesgo de padecer gota y/o brotes de gota.[37] Sin embargo, un metanálisis posterior de estudios observacionales concluyó que la diabetes mellitus puede ser un factor de protección del riesgo de gota.[49]

hiperlipidemia

La hipertrigliceridemia y la hipercolesterolemia se asocian con un mayor riesgo de incidencia de gota incidente y/o ataques de gota en los estudios epidemiológicos.[37] Sin embargo, es posible que factores de confusión hayan influido en los resultados.

antecedentes familiares de gota

El riesgo de hiperuricemia y gota puede ser mayor en personas con antecedentes familiares de gota.[50][51]

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