Anamnesis y examen

Principales factores de diagnóstico

común

presencia de factores de riesgo

Los factores de riesgo para el empiema incluyen compromiso inmunológico, comorbilidades que predisponen al desarrollo de neumonía, enfermedad pulmonar preexistente, intervenciones iatrogénicas en el espacio pleural, sexo masculino y edad temprana o avanzada.

neumonía reciente

La falta de respuesta a los antibióticos que presentan los pacientes con neumonía o un empeoramiento de la afección clínica sugiere el desarrollo de un derrame paraneumónico complicado o de un empiema.

síntomas constitucionales

Se puede presentar malestar general, anorexia, pérdida de peso o fatiga.

pirexia y escalofríos intensos

Signos de neumonía, empiema e infección sistémica.

matidez a la percusión

La matidez se produce en la base del pulmón en los derrames pleurales y la neumonía, pero aquella asociada a un derrame, por lo general se describe como de calidad "pétrea".

ruidos respiratorios reducidos y resonancia vocal reducida

Se observa disminución en la entrada de aire en el caso de derrames pleurales y neumonía.

signos de sepsis

La evidencia de sepsis incluye pirexia, taquipnea, taquicardia e hipotensión (presión arterial <90/60). Estos pacientes requieren resucitación urgente.

Otros factores de diagnóstico

común

presentación subaguda

Los pacientes generalmente acuden a consulta con antecedentes de síntomas de 1 a 2 semanas.

tos productiva

En la neumonía se puede presentar tos productiva con esputo color verde o marrón rojizo.

dolor torácico pleurítico

El dolor torácico en la inspiración es producto de la inflamación de la pleura parietal (la pleura visceral no está enervada).

disnea

La presencia de un derrame pleural extenso puede causar dificultad para respirar.

El paciente también puede presentar dificultad para respirar si existe una neumonía asociada.

instrumentación reciente del espacio pleural

Los pacientes que se han sometido a una cirugía reciente, a la colocación de un catéter pleural tunelizado u otra manipulación o traumatismo del espacio pleural se consideran de alto riesgo.

Factores de riesgo

Fuerte

neumonía

La mayoría de los empiemas se desarrollan después de una neumonía bacteriana.[8]​ La inflamación pleural conduce al desarrollo de un derrame paraneumónico y a la invasión bacteriana del espacio pleural.

Por lo tanto, los factores de riesgo para la neumonía, que incluyen aspiración (p. ej., tras un accidente cerebrovascular, en presencia de una sonda nasogástrica o endotraqueal), compromiso inmunológico, abuso de alcohol y adicción a las drogas, son tfactores de riesgo para el empiema.

En los pacientes que no responden a un tratamiento antibiótico para la neumonía, se debe realizar una nueva evaluación para detectar el desarrollo de un empiema.

intervenciones iatrogénicas en el espacio pleural

Los empiemas iatrogénicos pueden desarrollarse tras una intervención iatrogénica en el espacio pleural, como una cirugía de tórax o procedimientos médicos como la inserción de un drenaje torácico, la toracocentesis (aspiración pleural), la toracostomía con tubo (inserción de un drenaje torácico) y la aspiración de neumotórax o derrames pleurales.[22]

traumatismo torácico

Un traumatismo torácico cerrado o penetrante puede provocar empiema.[22]

Los hemotórax no drenados pueden infectarse secundariamente, dando lugar a un empiema.

estado inmunocomprometido

Los pacientes inmunocomprometidos debido a una enfermedad hematológica, quimioterapia, síndrome de la inmunodeficiencia humana (VIH) o desnutrición tienen mayor riesgo de desarrollar un empiema.

La ausencia de signos clínicos característicos puede retrasar el diagnóstico.

enfermedad pulmonar comórbida

Las enfermedades pulmonares preexistentes, como la bronquiectasia, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el cáncer de pulmón aumentan el riesgo de desarrollar un empiema al contribuir a la reducción de la desobstrucción del pulmón.

Los pacientes con comorbilidades también tienen mayor riesgo de morir a causa de un empiema.[3]

Débil

sexo masculino

La razón entre hombres y mujeres en los pacientes con empiema es aproximadamente de 2:1.[23]

edad avanzada o temprana

El empiema es más frecuente en personas de edad avanzada y niños pequeños. En los adultos, tiende a presentarse en la sexta o séptima década.[23] La incidencia del derrame paraneumónico y del empiema es de aproximadamente 3.3 por cada 100,000 niños al año,[15] y existe cierta evidencia que indica que esta cifra está aumentando.[16]

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