Complicaciones

Complicación
Calendario
Probabilidad
Corto plazo
alto

Una infección que no recibe suficiente tratamiento puede conducir al desarrollo de un shock séptico.

Los signos clave son taquicardia e hipotensión (presión arterial de <90/60) con pirexia asociada.

Esta complicación se puede evitar con la administración temprana de antibióticos, la rehidratación y la inserción de un drenaje torácico.

En los pacientes que presentan empiema se deben controlar las constantes vitales con frecuencia para poder detectar un shock séptico de forma temprana.

Corto plazo
baja

Las complicaciones reconocidas de la inserción del drenaje torácico incluyen daño en los órganos, hemorragia, enfisema subcutáneo y muerte.[40]

La inserción de los drenajes torácicos debe estar a cargo de personal competente y orientada por ultrasonido para reducir el riesgo de las complicaciones mencionadas.

Corto plazo
baja

Esta complicación se produce con poca frecuencia tras la administración intrapleural de estreptocinasa.

Los pacientes deben recibir una tarjeta de exposición y fibrinolíticos alternativos en el futuro si alguna vez se los indica.

La estreptocinasa no aumenta el riesgo de hemorragia.

Corto plazo
baja

Esta complicación es más frecuente cuando se drena >1.5 L de líquido de una sola vez en los pacientes que han tenido un colapso pulmonar durante al menos 7 días.

En los adultos, el drenaje se debe pinzar si el paciente desarrolla síntomas de tos o dolor torácico durante el drenaje inicial o una vez que se haya drenado de 1 a 1.5 L.

En los niños, el drenaje se debe pinzar durante 1 hora una vez que se han drenado 10 mL/kg de líquido.

A largo plazo
baja

La extensión directa del empiema a través de la pared torácica se conoce como empiema necessitans y puede prevenirse con el tratamiento inmediato del empiema.

En el tratamiento de esta complicación, se indica un desbridamiento quirúrgico.

A largo plazo
baja

Un empiema no identificado puede extenderse internamente hacia un bronquio formando una fístula broncopleural y causando un pioneumotórax.

La mayoría de las fístulas se resuelve con un drenaje torácico continuo y con antibióticos, aunque a veces se necesita cirugía.​[8]

variable
alto

De forma aguda, si el volumen del líquido pleural es grande y el drenaje resulta difícil debido a loculaciones o pus, se puede desarrollar una disfunción ventilatoria restrictiva. En dichos casos, se deben considerar la realización de una cirugía o el uso de fibrinolíticos.

De forma crónica, la pleura puede permanecer engrosada, lo que causa un defecto pulmonar restrictivo. En dichos casos, se debe considerar la decorticación.

variable
baja

Esta complicación se observa con frecuencia en las radiografías de tórax (RT) de niños con empiema, pero es transitoria. Una vez que se ha confirmado la resolución en la RT, no se requiere tratamiento.

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