Prevención primaria

El ácido acetilsalicílico y otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE) deben utilizarse con precaución, especialmente en personas mayores de 60 años y en aquellas que estén tomando corticosteroides, bifosfonatos u otros fármacos antitrombóticos.[24][25]​​Se ha demostrado que el uso simultáneo de un inhibidor de la bomba de protones (IBP) reduce el riesgo de complicaciones gastrointestinales (GI) en pacientes que reciben tratamiento con ácido acetilsalicílico y/o anticoagulantes orales a largo plazo.[35][36][37]​​​

Los IBP previenen las úlceras pépticas y las complicaciones en las personas que requieren tratamiento con AINE.[38] Sin embargo, las guías de práctica clínica sugieren considerar una estrategia de prueba y tratamiento del Helicobacter pylori antes de iniciar un tratamiento a largo plazo con AINE, ya que se ha demostrado que la erradicación del H pylori protege contra la hemorragia por úlcera péptica asociada al ácido acetilsalicílico.[33][39]

El tratamiento con IBP puede ser más eficaz que el misoprostol (un análogo de la prostaglandina E1) para la prevención de úlceras gastrointestinales en personas a las que se les ha recetado un tratamiento a largo plazo con AINE. [ Cochrane Clinical Answers logo ] El cumplimiento con el misoprostol (particularmente en dosis altas) se puede ver comprometido por efectos adversos gastrointestinales, incluido cólico abdominal y diarrea.

El uso profiláctico de un IBP es adecuado para los pacientes en cuidados intensivos, que se consideran con alto riesgo de hemorragia digestiva debido a comorbilidades como hepatopatía crónica, o tienen afecciones coexistentes como coagulopatía, shock o hepatopatía.​[34][40]​​​ La ventilación mecánica por sí sola ya no se considera un factor de riesgo.[34][41]​​ Todos los adultos gravemente enfermos con factores que probablemente aumenten el riesgo de sangrado en el tracto GI superior relacionado con el estrés deben recibir un IBP o un antagonista de los receptores H2 para prevenir el sangrado.[42][34]​​ La profilaxis debe suspenderse cuando la enfermedad crítica ya no es evidente o el factor o factores de riesgo ya no están presentes a pesar de la enfermedad crítica en curso.[34]​ Es necesario suspender la profilaxis para úlcera gastroduodenal aguda antes del traslado fuera de la unidad de cuidados intensivos para evitar una prescripción inadecuada.[43]

​La evidencia de un ensayo aleatorizado doble ciego indican que los IBP y los antagonistas de los receptores H2 tienen una eficacia similar para reducir el riesgo de sangrado o úlceras en el tracto GI superior en personas que toman ácido acetilsalicílico en dosis bajas.[44]​ Un metanálisis que evaluó los antagonistas H2, los IBP y los análogos de las prostaglandinas descubrió que los IBP eran más eficaces para prevenir los sangrados por úlcera que los antagonistas H2 y los análogos de las prostaglandinas.[45] ​Los IBP también fueron más eficaces para curar las úlceras y prevenir los sangrados recurrentes y la necesidad de transfusiones de sangre.[45]

Prevención secundaria

Si bien la suspensión del uso de fármacos AINE y el abandono del tabaquismo pueden disminuir el riesgo de recurrencia, el papel del consumo de alcohol es más incierto. Sin embargo, generalmente se recomienda evitar el consumo excesivo de alcohol. Las guías de orientación de la American Gastroenterological Association respaldan el uso a largo plazo de los inhibidores de la bomba de protones (>8 semanas) para la prevención secundaria de las úlceras pépticas en los pacientes que reciben ácido acetilsalicílico u otros AINE con alto riesgo de sangrado gastrointestinal del tracto superior (p. ej., mayores de 60 años, comorbilidad médica grave, que utilizan un segundo AINE, que reciben un fármaco antitrombótico, o que toman un corticosteroide oral).[80]

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