Prevención primaria
Es difícil obtener una cantidad adecuada de vitamina D solo a partir de fuentes dietéticas (tanto fuentes naturales como alimentos enriquecidos con vitamina D).[11] Por lo tanto, una combinación de exposición al sol razonable junto con una suplementación adecuada de vitamina D para todos los niños y adultos prevendrá la deficiencia/insuficiencia de vitamina D en la población general. No obstante, por diversos motivos, incluso en los lugares más soleados del planeta, incluidos Oriente Medio, la India, Colombia, México, Brasil y Australia, es frecuente la deficiencia e insuficiencia de vitamina D, ya que la exposición a la luz solar es insuficiente.[58] La cantidad de exposición a la luz solar necesaria depende de la hora del día, la estación del año, la latitud (no es posible producir vitamina D en invierno, a no ser que se esté en una latitud por debajo de aproximadamente 35°) y la pigmentación de la piel.[58][71] Existen aplicaciones para smartphone que pueden brindar asesoramiento sobre una exposición razonable a la luz solar, dar información sobre cuánta vitamina D se está produciendo en la piel durante la exposición a la luz solar actual y avisar al usuario de cuándo detener la exposición para evitar quemaduras.
Las recomendaciones sobre la ingesta diaria carecen de consenso:
Aunque la Organización Mundial de la Salud no recomienda la administración de suplementos a todas las mujeres embarazadas, si se sospecha una carencia de vitamina D (como en el caso de las mujeres de poblaciones en las que la exposición al sol y la ingesta de vitamina D en la dieta son limitadas), pueden administrarse suplementos de vitamina D con la ingesta de nutrientes recomendada actualmente de 200 UI/día.[72]
La American Academy of Pediatrics recomienda 400 UI de vitamina D/día desde el nacimiento y durante toda la infancia.[73]
El Instituto de Medicina (IOM) recomienda que los bebés de 0 a 12 meses reciban 400 IU/día de vitamina D y los niños ≥1 año y los adultos 600 IU/día.[74] Además, basándose en la bibliografía disponible, El Institute of Medicine (IOM) recomendó el límite superior de vitamina D para los lactantes de 0 a 6 meses y de 6 a 12 meses a 1000 y 1500 UI/día, respectivamente. El límite superior se incrementó a 2500 UI/día para los niños de 1 a 3 años de edad, y 3000 UI/día durante 4 a 8 años. Para los niños mayores de 8 años y los adultos, el límite superior se elevó a 4000 UI/día.[74]
Las guías de práctica clínica sobre la vitamina D de la Endocrine Society del año 2011 recomiendan que los lactantes ≤1 año reciban entre 400 y 1000 UI/día, los niños de entre 1 y 18 años, entre 600 y 1000 UI/día y los adultos con un peso corporal normal, entre 1500 y 2000 UI/día.[2]
En el Reino Unido, se aconseja a las personas con riesgo de deficiencia de vitamina D que tomen 400 UI de vitamina D al día (reducir la dosis si la edad es inferior a 4 años).[75] Las poblaciones específicas con riesgo de carencia de vitamina D son: las mujeres embarazadas y lactantes; los lactantes y niños menores de 4 años; los adultos mayores de 65 años; las personas con exposición limitada al sol (p. ej., si se cubren la piel por razones culturales o están confinadas en casa); y las mujeres y niños de origen asiático.[76]
En un adulto de peso normal, por cada 100 UI de vitamina D ingerida, el nivel sérico de 25-hidroxivitamina D aumenta en aproximadamente 2,5 nanomoles/L (1 nanogramo/mL),[77] por lo tanto, para alcanzar un nivel sérico de 25-hidroxivitamina D >75 nanomoles/L (>30 nanogramos/mL), se necesitan de 2000 a 3000 UI al día. Los adultos obesos (IMC >30) necesitan de dos a tres veces la dosis diaria normal recomendada para alcanzar el mismo nivel.[1][2][Figure caption and citation for the preceding image starts]: Fuentes de vitamina DCreado por M.F. Holick, PhD, MD; usado con autorización [Citation ends].
Prevención secundaria
Una vez obtenida la concentración sérica deseada de 25-hidroxivitamina D (al menos 30 nanogramos/mL [75 nanomoles/L]) y preferiblemente 100-150 nanomoles/L [40-60 nanogramos/mL]), se inicia la dosis diaria oral de mantenimiento de vitamina D, que debe continuarse de por vida para prevenir una recurrencia.[2] Es posible que las mujeres en periodo de lactancia necesiten de 4000 a 6000 UI diarias para satisfacer los requerimientos de vitamina D de su hijo lactante. Los adultos obesos necesitan entre dos y tres veces más vitamina D debido a que la grasa corporal diluye la vitamina D. Además, las fuentes dietéticas, como el salmón salvaje, las setas secas al sol y los alimentos enriquecidos con vitamina D, así como la exposición al sol al aire libre, también son útiles para prevenir la carencia de vitamina D.
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