Complicaciones
Se produce sobre todo debido a una deficiencia nutricional de vitamina D. Produce una mineralización deficiente del esqueleto y una reducción en la maduración de los condrocitos y de la mineralización en la placa de crecimiento de los huesos largos, principalmente en sitios de rápido crecimiento óseo (antebrazo distal, rodilla y articulaciones costocondrales). Entre las manifestaciones clínicas se incluyen el ensanchamiento de los huesos en muñecas y rodillas, arqueo de las piernas, deformidades de la columna, fracturas, dolor óseo y alteraciones dentales.
En muchos casos, se puede evitar asegurándose de que los niños y las mujeres embarazadas tengan una ingesta suficiente de vitamina D y calcio.
Actualmente, se reconoce que la carencia de vitamina D aumenta el riesgo de muchas enfermedades crónicas, como el cáncer, las enfermedades autoinmunitarias, la diabetes de tipo 2, las cardiopatías y la hipertensión, las disfunciones neurocognitivas y las enfermedades infecciosas (incluidas las infecciones de las vías respiratorias y la tuberculosis).[1][2][21]
Una revisión general de estudios observacionales, ensayos controlados aleatorizados y estudios de aleatorización mendeliana informó resultados congruentes que demostraban que las concentraciones más bajas de vitamina D se asociaban a un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas, enfermedad de Alzheimer, hipertensión, esquizofrenia y diabetes tipo 2.[43]
El Institute of Medicine no tuvo en cuenta los estudios de asociación por considerar que proporcionaban una evidencia demasiado débil para apoyar los supuestos beneficios no óseos de la vitamina D.[74] Otros estudios plantearon cuestiones sobre el valor y la eficacia de los suplementos vitamínicos para prevenir cánceres, eventos cardiovasculares y deterioro cognitivo.[44]
El estudio VITamin D and OmegA-3 TriaL (VITAL), un gran ensayo aleatorizado controlado que evaluó la administración de suplementos de vitamina D3 para la prevención del cáncer y las enfermedades cardiovasculares, concluyó que 2000 UI de vitamina D al día no redujeron la incidencia de eventos cardiovasculares importantes.[47] Sin embargo, se encontró que la suplementación con vitamina D redujo significativamente el riesgo de mortalidad asociado al cáncer.[48] La revisión general mostró que los suplementos de vitamina D se asociaban a un menor riesgo de mortalidad por todas las causas, pero no al riesgo de enfermedad de Alzheimer, hipertensión, esquizofrenia o diabetes de tipo 2.[43]
Un metanálisis concluyó que la administración de suplementos de vitamina D redujo de forma segura y sustancial la tasa de exacerbaciones moderadas/graves de EPOC en pacientes con concentraciones basales de 25-hidroxivitamina D <10 nanogramos/mL, pero no en aquellos con niveles superiores.[56][Evidencia A]
La deficiencia de vitamina D provoca hiperparatiroidismo secundario, lo que aumenta la reabsorción ósea y conlleva un descenso en la densidad mineral ósea que puede precipitar y exacerbar la osteopenia u osteoporosis.[96] El diagnóstico se basa en una exploración por densitometría ósea de la columna lumbar, la cadera y la muñeca. Una puntuación T de -1.0 a -2.5 indica baja masa ósea (osteopenia) y una puntuación igual o inferior a -2.5 indica osteoporosis.
Un descenso en la hormona paratiroidea como respuesta al tratamiento con vitamina D puede ser un indicador útil de la disminución de la reabsorción ósea. Repetir el estudio de la densidad mineral ósea 1 o 2 años después de iniciar el tratamiento con vitamina D también puede ser de utilidad para determinar si hay mejoría en la osteopenia y la osteoporosis.
Se pueden producir debido a una disminución en la densidad mineral ósea, como resultado del aumento de la reabsorción ósea.[96] Además, la deficiencia de vitamina D provoca debilidad muscular, lo que aumenta el riesgo de caer y sufrir una fractura.[97][98][99]
La Sociedad de Endocrinología de los Estados Unidos señala que existe evidencia consistente de un efecto beneficioso de la suplementación con calcio más vitamina D (principalmente como vitamina D3), pero no solo de vitamina D, en la reducción del riesgo de fracturas de cadera y cualquier fractura en adultos mayores con deficiencia de vitamina D.[100] Se evaluó un programa asistencial de comidas a domicilio (Meals on Wheels) para determinar si la mejoría en las concentraciones de 25-hidroxivitamina D reduciría las caídas. Los clientes del programa se aleatorizaron para recibir vitamina D3 o placebo activo. Tras la intervención de 5 meses, solo uno de los 34 participantes aleatorizados a tomar vitamina D3 presentaba concentraciones de 25-hidroxivitamina D <8 nanomoles/L (<20 nanogramos/mL), en comparación con 18 de los 25 participantes aleatorizados para tomar placebo. Tras ajustar para el sexo, la raza, la estación del año, el estado inicial de 25-hidroxivitamina D y los antecedentes de caídas, los participantes aleatorizados al grupo de la vitamina D3 tenían una tasa menor de caídas que los aleatorizados al grupo del placebo.[101] Una revisión sistemática y un metanálisis revelaron una alta prevalencia de deficiencia de vitamina D en pacientes con fracturas y que la suplementación con vitamina D aumentó se forma segura los niveles de 25-hidroxivitamina D circulante. Un artículo sugirió que una dosis de carga de vitamina D conllevó una tendencia hacia una mejor cicatrización de las fracturas.[102]
Para los pacientes con una fractura de cadera, solo hay evidencias de baja calidad de que los suplementos orales multinutrientes, iniciados antes o poco después de la cirugía, previenen complicaciones en los primeros 12 meses tras la fractura de cadera, sin que tengan un efecto claro en la mortalidad.[103]
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A los médicos les preocupa administrar a sus pacientes dosis altas de vitamina D durante periodos prolongados por la posibilidad de que se acumule vitamina D liposoluble en las reservas de grasa del organismo, lo que provocaría una intoxicación por vitamina D.
La intoxicación por vitamina D es una de las afecciones clínicas más infrecuentes y solo se observa cuando se produce una ingestión inadvertida o intencionada de dosis excesivamente altas de vitamina D (>10,000 UI/día).[2][104]
La intoxicación por vitamina D se produce cuando el nivel de 25-hidroxivitamina D sérica es >374 nanomoles/L (>150 nanogramos/mL) y está ligada a la hipercalcemia y la hiperfosfatemia.[2] Esto provocará la calcificación de los tejidos blandos de los vasos sanguíneos y los riñones, que puede aumentar el riesgo de mortalidad cardiovascular, nefrocalcinosis e insuficiencia renal.[2]
Los pacientes con una enfermedad que ocasiona granulomas o ciertos linfomas tienen una desregulación del metabolismo de la vitamina D que aumenta el riesgo de desarrollar hipercalciuria e hipercalcemia cuando los niveles en sangre de 25-hidroxivitamina D son >75 nanomoles/L (>30 nanogramos/mL) debido a la producción de 1,25-hidroxivitamina D por los macrófagos.[2]
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