Monitorización
Después de una intervención quirúrgica, los médicos clínicos deben monitorizar el desarrollo de un hematoma cervical, observar la curación de la herida, verificar la calidad de la voz y realizar análisis clínicos según sean necesarios. El manejo posoperatorio incluye determinar el éxito quirúrgico y monitorizar al paciente a fin de detectar complicaciones.
Algunas guías de práctica clínica recomiendan considerar la profilaxis a corto plazo contra la hipocalcemia después de la paratiroidectomía con suplementos de calcio y/o vitamina D, aunque las pruebas a favor de esto son débiles.[2] Entre veinticuatro y 36 horas después de la cirugía, el nivel de calcio sérico debe ser más bajo que nunca. En los pacientes que desarrollan hipocalcemia, el inicio de los síntomas se produce con mayor frecuencia en el día posoperatorio número 2 ó 3; solo los pacientes con niveles de calcio extremamente elevados en la fase preoperatoria se presentan ocasionalmente con síntomas en el día posoperatorio número 1. Los pacientes casi nunca desarrollan síntomas el día de la cirugía.[97] El nivel de hormona paratiroidea (PTH) intacta sérica debería ser normal en el plazo de 30 horas, pero es posible que la respuesta secretoria no recupere la normalidad sino hasta después de varias semanas. Se debe mantener vigilancia estándar por convulsiones.
El tratamiento ambulatorio es adecuado para pacientes seleccionados. Es más probable que se requiera una estancia nocturna para los pacientes que se someten a una nueva operación, cirugía extensiva o paratiroidectomía subtotal, y para aquellos con deficiencia grave de vitamina D.[2]
Después de la paratiroidectomía, se recomienda un seguimiento de los niveles séricos de calcio durante 6 meses, y se puede hacer de forma ambulatoria.[2] Esto es necesario, especialmente si se extirpó un adenoma grande. Si los niveles posoperatorios de PTH intacta sérica y calcio son altos, la causa posible puede ser otro adenoma o una resección incompleta. Además, también es posible la presencia de una neoplasia maligna o que se trate de un diagnóstico erróneo. La curación del hiperparatiroidismo primario se define como el restablecimiento de la homeostasis de calcio normal. En un subconjunto de pacientes, la PTH sérica permanecerá elevada a pesar de la normalización del calcio sérico; las causas del hiperparatiroidismo secundario deben investigarse cuidadosamente y tratarse de manera adecuada.[104]
Se recomiendan controles anuales del calcio sérico a largo plazo. Alrededor del 8% de los pacientes con adenoma paratiroideo esporádico desarrollarán paratiroidismo primario recurrente.[12] El hiperparatiroidismo primario recurrente se define como una recurrencia de hipercalcemia después de un intervalo normocalcémico de más de 6 meses después de la paratiroidectomía.[2] El tratamiento del hiperparatiroidismo primario recurrente debe realizarse en un centro especializado e incluye estudios de localización (para identificar las glándulas ectópicas) seguidos de una nueva operación, si es necesario.[105][12]
En los pacientes monitorizados sin cirugía paratiroidea, los niveles de calcio sérico, vitamina D y el aclaramiento de creatinina se deben medir cada 12 meses, y la densidad ósea, cada 1 a 2 años.[1] Los pacientes deben evitar medicamentos que aumenten los niveles de calcio sérico (p. ej., diuréticos tiazídicos, litio). Los niveles de vitamina D deben ser adecuados.[12] La paratiroidectomía definitiva se puede realizar en cualquier momento si se presentan síntomas o se indica, o bien si el paciente prefiere la cirugía y es candidato para la cirugía.
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