Prevención primaria

Las medidas preventivas incluyen la identificación precoz de los embarazos de alto riesgo con predisposición al sufrimiento y la hipoxia fetal. El manejo obstétrico incluye evitar el parto postérmino y un parto oportuno con un nivel adecuado de cuidado.[8] Las madres de alto riesgo con un riesgo potencial de dar a luz a un neonato deprimido deben transferirse a un centro terciario con una unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) nivel III o superior, como lo define la American Academy of Pediatrics.[31] En un metanálisis se ha encontrado que la inducción del parto en los embarazos a término o postérmino da lugar a un menor número de casos de SMA y a una reducción de la mortalidad perinatal en comparación con la conducta expectante.[14][15] [ Cochrane Clinical Answers logo ]

La proliferación bacteriana puede aumentar con la presencia de meconio en el líquido amniótico. Se ha observado, aunque con un tamaño de muestra pequeño, que los antibióticos intraparto previenen la corioamnionitis, pero no la endometritis posnatal, la sepsis neonatal o el ingreso a la UCIN.[32]

Se han investigado las medidas preventivas para los bebés nacidos por líquido amniótico teñido de meconio (LATM). Estas intervenciones incluyen la amnioinfusión, la aspiración orofaríngea del bebé en el perineo, la aspiración traqueal y la aspiración gástrica. No se ha demostrado que ninguna de estas intervenciones reduzca el riesgo de SMA, por lo que no se recomienda su uso rutinario.[29][33][34][35][36][37][38][39][40][41] [ Cochrane Clinical Answers logo ]

La amnioinfusión puede ser útil para reducir la compresión del cordón en el oligohidramnios.[42] También puede resultar útil ante la presencia de meconio denso en el líquido amniótico en lugares con instalaciones limitadas para la vigilancia fetal.[43] [ Cochrane Clinical Answers logo ]

Se necesitan ensayos más amplios para investigar el efecto de la aspiración traqueal en los neonatos no vigorosos nacidos por LATM. El metanálisis no ha mostrado diferencias significativas en el riesgo de SMA, la incidencia de encefalopatía isquémica hipóxica, la necesidad de ventilación mecánica o el riesgo de mortalidad neonatal por todas las causas con la aspiración traqueal en comparación con la no aspiración traqueal.[44][45][46] Sin embargo, los autores de un metanálisis calificaron la certeza de la evidencia como muy baja, debido al modesto tamaño de los estudios, la poca frecuencia de los resultados y la imposibilidad de cegar a los clínicos respecto al tratamiento administrado.[45]

Las guías de práctica clínica del programa de reanimación neonatal de 2020 (2020 Neonatal Resuscitation Program) recomiendan no utilizar la intubación y succión traqueal de rutina en recién nacidos no vigorosos con LATM.[47]​ Sin embargo, la succión traqueal puede considerarse cuando haya sospecha de obstrucción de las vías respiratorias. Se hace hincapié en el uso de ventilación sin demora.

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