Complicaciones
La pérdida de sangre en los desprendimientos prematuros de placenta puede ser oculta, dando lugar a una mayor pérdida de sangre de la identificada. El shock es una complicación importante en los desprendimientos prematuros de placenta. La identificación y el tratamiento inmediato del shock son esenciales para evitar la morbilidad materna y posiblemente la muerte.
Dentro de los signos del shock se incluye la hipotensión, la taquicardia y la reducción de la diuresis.
El manejo implica la reposición de volumen y la administración de sangre y hemoderivados.
Es el resultado del consumo de factores de coagulación. Acontece con mayor frecuencia en casos de desprendimiento prematuro de placenta asociados a muerte fetal. También puede suceder en desprendimientos ocultos.
Puede conducir a una pérdida de sangre masiva y a la necesidad de recibir transfusiones. Asimismo, puede conducir a un ingreso a la UCI.
Se diagnostica si la sangre no coagula rápidamente, o por medio de análisis clínicos que indican prolongación del tiempo de coagulación, del tiempo de protrombina o del tiempo de tromboplastina tisular activada, además de la existencia de niveles anormalmente bajos de fibrinógeno.
Se trata con plasma fresco congelado o con crioprecipitado. Se recomienda consultar a un hematólogo/banco de sangre.
Generalmente, las mujeres con desprendimiento prematuro de placenta se presentan de forma aguda con hemorragia y sufrimiento fetal, y necesitan parto por cesárea urgente bajo anestesia general con intubación endotraqueal.
Estas mujeres tienen un mayor riesgo de padecer neumonitis por aspiración y otras complicaciones anestésicas. Asimismo, el parto urgente conduce a que exista un mayor riesgo de complicaciones quirúrgicas, que incluyen lesiones viscerales, infecciones y hemorragia.
Frecuentemente, se asocia con la restricción del crecimiento intrauterino.[75]
Se asocia con un mayor riesgo de padecer leucomalacia periventricular, parálisis cerebral y retraso en el desarrollo neurológico.[74]
Relacionado con un mayor riesgo de parto prematuro (riesgo relativo ajustado 3.9; IC del 95% 3.5 a 4.4). La trombina es un agente uterotónico potente, y el sangrado intrauterino puede conducir a experimentar contracciones uterinas y trabajo de parto prematuro. Además, el sangrado puede debilitar las membranas corioamnióticas, lo que causa una predisposición a la ruptura prematura de membranas pretérmino.[79]
Aumenta marcadamente el riesgo de muerte perinatal, sobre todo en gestaciones pretérmino.
Los desprendimientos prematuros de placenta pueden conducir a necrosis tubular aguda por shock hipovolémico o a necrosis cortical aguda por daño renal causado por los productos de degradación de la sangre.
La mayoría de las mujeres se recupera, aunque la necrosis cortical aguda puede dar lugar a insuficiencia renal crónica.
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