Monitorización

Es necesario un seguimiento clínico y de laboratorio hasta 6 meses después de la exposición. El seguimiento incluye pruebas de: VIH, hepatitis B y hepatitis C; función renal y función hepática (si los resultados iniciales eran anormales); y ETS y embarazo (para exposiciones por vía sexual y, si corresponde). El calendario recomendado para estas pruebas difiere entre las guías de práctica clínica.[3][4]

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