Algoritmo de tratamiento

Tenga en cuenta que las formulaciones/vías y dosis pueden diferir entre los nombres y marcas de los fármacos, las fórmulas de los fármacos o las localizaciones. Las recomendaciones de tratamiento son específicas para cada grupo de pacientes: ver aviso legal

Agudo

amenaza de trabajo de parto prematuro (ATPP)

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Primera línea – 

evaluación materna y de la viabilidad fetal

La evaluación inicial en una mujer que presenta contracciones pretérmino aparentes debe incluir una revisión cuidadosa de todos los datos vinculados con la edad gestacional, dado que está relacionada con el pronóstico. La prueba de fibronectina puede reducir la tasa de partos prematuros, ya que ayuda a identificar a las mujeres con alto riesgo de parto y puede influir en el manejo subsiguiente.[98] [ Cochrane Clinical Answers logo ] La monitorización fetal puede llevarse a cabo mediante la auscultación intermitente o la cardiotocografía continua,​ aunque en gestaciones muy tempranas la monitorización podría ser inadecuada. [ Cochrane Clinical Answers logo ]

Debe considerarse el método del posible parto, en especial si es probable que se requiera una cesárea. Existen escasas evidencias para orientar dichas decisiones y deberá tomarlas un obstetra con experiencia, en consulta con un neonatólogo. Si es posible, hay que animar a los padres a que acudan a la unidad de cuidados intensivos neonatales.

En las mujeres con gestaciones críticas (de 23 a 26 semanas), el ingreso hospitalario podría evitar que el parto se produzca involuntariamente lejos de la unidad de reanimación neonatal.

rotura prematura de membranas pretérmino (RPMP) antes del trabajo de parto

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Primera línea – 

evaluación materna y de la viabilidad fetal

Se debe monitorizar estrechamente a las mujeres con RPMP para detectar signos de infección como pacientes hospitalizadas. Esto debe incluir observaciones para detectar taquicardia o pirexia maternas, sensibilidad uterina, secreción vaginal con mal olor, leucocitosis o proteína C-reactiva elevada. Sin embargo, la sensibilidad y especificidad de estos análisis de sangre maternos para corioamnionitis con escasa frecuencia es superior al 50%.[114] Debe monitorizarse la frecuencia cardíaca del feto para detectar signos de taquicardia (>160 ppm), que también puede ser un signo de corioamnionitis. Se recomienda la monitorización fetal mediante cardiotocografía continua si se requiere una vigilancia fetal, mientras que el uso del Doppler o la puntuación del perfil biofísico no se recomienda para la vigilancia de primera línea del feto.[115]​ También se debe informar a las mujeres de que existe un mayor riesgo de desprendimiento prematuro de placenta cuando se ha producido la RPMP.[94]

En pacientes cuidadosamente seleccionadas que presentan bajo riesgo de prolapso de cordón y marcadores de inflamación normales, puede considerarse realizarles una monitorización como pacientes ambulatorias después de 48 a 72 horas de observación como pacientes hospitalizadas. Dichas mujeres deben continuar midiéndose la temperatura dos veces al día y estar alertas ante los síntomas y signos de una posible infección que requiera el ingreso hospitalario.

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más – 

antibióticos

Se recomienda el tratamiento para TODOS LOS pacientes en el grupo de pacientes seleccionados

Deben administrarse antibióticos durante 10 días después de un diagnóstico de la RPMP, o hasta que la mujer esté en trabajo de parto establecido (lo que ocurra primero).[73][94]

Se puede administrar profilaxis antibiótica intraparto a las mujeres con parto prematuro si hay rotura de membranas antes del parto, o sospecha/confirmación de rotura de membranas intraparto que dure más de 18 horas.[116][117]

Puede administrarse eritromicina o penicilina. No se recomienda la amoxicilina/ácido clavulánico, porque puede incrementar el riesgo de enterocolitis necrotizante en el neonato.

Opciones primarias

eritromicina base: 250 mg por vía oral cuatro veces al día

O

fenoximetilpenicilina: 250 mg por vía oral cuatro veces al día

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Considerar – 

corticosteroide

Tratamiento adicional recomendado para ALGUNOS pacientes del grupo seleccionado

En las gestaciones de entre 24 y 34 semanas, se deben prescribir corticosteroides prenatales.[119][128]​​​ Una vez producida la rotura de las membranas, el parto prematuro es casi inevitable y los corticosteroides son beneficiosos para el feto. No existe evidencia de que incrementen el riesgo de infección.[97][118]

Los corticosteroides se pueden considerar en mujeres con 22 semanas de gestación con riesgo de parto prematuro en los siguientes 7 días (dependiendo de los deseos de la familia en cuanto a resucitación).[128][130][131]

Las guías de práctica clínica del Royal College of Obstetricians and Gynaecologists (RCOG) recomiendan el uso de corticosteroides en mujeres con riesgo inminente de parto prematuro (debido a RPMP, trabajo de parto prematuro establecido o parto prematuro planificado) de 24 a 34+6 semanas de gestación.[94][130]

La evidencia sugiere que la administración tardía de corticosteroides en gestaciones pretérmino (es decir, de 35 a 36 semanas) puede reducir las complicaciones respiratorias neonatales, pero estos beneficios deben sopesarse en función de los posibles efectos adversos.[128][132][133]

Puede utilizarse betametasona o dexametasona. La dexametasona podría ocasionar una reducción de las tasas de hemorragia intraventricular.[97][129]

Opciones primarias

fosfato sódico de betametasona/acetato de betametasona: 12 mg por vía intramuscular cada 24 horas por 2 dosis

O

fosfato sódico de dexametasona: 6 mg por vía intramuscular cada 12 horas por 4 dosis

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Considerar – 

sulfato de magnesio

Tratamiento adicional recomendado para ALGUNOS pacientes del grupo seleccionado

El sulfato de magnesio administrado antes del parto puede proteger al feto de daños neurológicos. Una revisión de la Cochrane encontró que el sulfato de magnesio prenatal redujo significativamente el riesgo de parálisis cerebral en los recién nacidos antes de las 34 semanas de gestación (riesgo relativo 0.68; IC del 95%: 0.54 a 0.87).[146]

Las guías de práctica clínica recomiendan ofrecer sulfato de magnesio intravenoso para la neuroprotección fetal a las mujeres de entre 24 y 29+6 semanas de gestación que se encuentren en trabajo de parto prematuro establecido o que tengan un parto prematuro planificado en las próximas 24 horas.[73][94]​​​ El sulfato de magnesio también se puede considerar a partir de las 23 semanas de gestación y para gestaciones por debajo de las 32 a 34 semanas; no se recomienda antes de la viabilidad.[73][120][147]

Los médicos que opten por utilizar sulfato de magnesio para la neuroprotección fetal deben desarrollar pautas específicas con respecto a los criterios de inclusión, los regímenes de tratamiento y la tocólisis concurrente.[148]

Opciones primarias

sulfato de magnesio: consulte a un especialista para obtener información sobre la dosis

Más
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Considerar – 

parto inducido

Tratamiento adicional recomendado para ALGUNOS pacientes del grupo seleccionado

El manejo expectante puede considerarse en los casos que no presentan signos manifiestos de infección.[122][123][124]

La evidencia sobre el momento óptimo del parto para la RPMP en el período prematuro tardío (34 semanas a 36+6 semanas de gestación) es contradictoria, y las recomendaciones de las guías de práctica clínica varían.[102][124]​ El American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) y el National Institute for Health and Care Excellence recomiendan que el manejo expectante o el parto inmediato son razonables para la RPMP entre las semanas 34 y 36+6 semanas de gestación, lo que sugiere una toma de decisiones compartida con una consideración cuidadosa de los riesgos y beneficios desde una perspectiva materna y neonatal.[120][125]

Existe poca justificación para el parto prematuro no indicado médicamente, y la evaluación de la madurez pulmonar fetal no debe utilizarse para justificar el parto en dichas circunstancias.[126]

Además de esto, es posible realizar un manejo conservador y el feto puede ganar madurez, pero existe un mayor riesgo de infección.

La corioamnionitis puede causar daño neurológico en el feto y puede aumentar las tasas de afecciones como la enterocolitis necrotizante y la displasia broncopulmonar.​[10][11][12][111]​​ Una vez que es evidente, se indica el parto para evitar morbilidad tanto en la madre como en el feto.

alto riesgo de parto inminente sin ruptura prematura de membranas pretérmino (RPMP)

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Primera línea – 

evaluación materna y de la viabilidad fetal

El alto riesgo de parto inminente entre las semanas 24 a 34 de gestación se evidencia mediante contracciones uterinas regulares, dilatación del cuello uterino o un resultado positivo en la prueba de fibronectina fetal.

La evaluación inicial en una mujer que presenta contracciones pretérmino aparentes debe incluir una revisión cuidadosa de todos los datos vinculados con la edad gestacional, dado que está relacionada con el pronóstico. La monitorización fetal puede llevarse a cabo mediante la auscultación intermitente o la cardiotocografía continua, aunque en gestaciones muy tempranas la monitorización podría ser inadecuada.

Debe considerarse el método del posible parto, en especial si es probable que se requiera una cesárea. Existen escasas evidencias para orientar dichas decisiones y deberá tomarlas un obstetra con experiencia, en consulta con un neonatólogo. Si es posible, hay que animar a los padres a que acudan a la unidad de cuidados intensivos neonatales.

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más – 

corticosteroide ± traslado a unidad neonatal

Se recomienda el tratamiento para TODOS LOS pacientes en el grupo de pacientes seleccionados

Las dos intervenciones más importantes que mejoran el resultado en el trabajo de parto prematuro son los corticosteroides prenatales y el traslado intraútero a un centro especializado cuando los servicios neonatales locales no son adecuados.[65][97]​​[127]

A todas las mujeres que estén en riesgo de parto prematuro en un plazo de 7 días, que están entre las semanas 24 a 34 de gestación, se les debe administrar un ciclo de betametasona o dexametasona.​[34][119][128]​​​ Las guías de práctica clínica del Royal College of Obstetricians and Gynaecologists recomiendan el uso de corticosteroides en mujeres con riesgo inminente de parto prematuro de 24 a 34+6 semanas de gestación.[94][130]​​ La dexametasona podría ocasionar una reducción de las tasas de hemorragia intraventricular.[97]

Se puede considerar el uso de corticosteroides en mujeres de 22 semanas de gestación que están en riesgo de parto inminente.​[128][130][131]​​ Esta opción depende de los deseos de la familia en cuanto a resucitación.[128]

La evidencia sugiere que la administración tardía de corticosteroides en gestaciones pretérmino (es decir, de 35 a 36 semanas) puede reducir las complicaciones respiratorias neonatales, pero estos beneficios deben sopesarse en función de los posibles efectos adversos.[128][130]​​[132][133]

Es probable que el beneficio clínico óptimo de los corticosteroides prenatales ocurra después de 24 horas hasta 7 a 14 días tras la administración. El uso de dosis múltiples se ha asociado con la restricción del crecimiento intrauterino y con inquietudes teóricas de la morbilidad a largo plazo.[134] Sin embargo, repetir un único ciclo después de 7 días puede ser beneficioso si la gestación aún es crítica, y un metanálisis sugiere que no existe evidencia perjudicial a los 2 o 3 años (en más de 4000 niños).[135][136]​​​[137] [ Cochrane Clinical Answers logo ] [Evidencia A]​​​

El uso de corticosteroides prenatales en países con ingresos promedio bajos y medios se ha asociado con una mayor mortalidad neonatal global, y se debe tener la precaución de no extrapolar los hallazgos de los ensayos clínicos a todas las poblaciones.[138][119]

El traslado se indica en los casos donde no hay disponibilidad de instalaciones locales para atención neonatal.

Opciones primarias

fosfato sódico de betametasona/acetato de betametasona: 12 mg por vía intramuscular cada 24 horas por 2 dosis

O

fosfato sódico de dexametasona: 6 mg por vía intramuscular cada 12 horas por 4 dosis

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más – 

antibióticos intravenosos

Se recomienda el tratamiento para TODOS LOS pacientes en el grupo de pacientes seleccionados

En los EE.UU., todas las mujeres en trabajo de parto prematuro activo con contracciones uterinas regulares y dilatación cervical progresiva reciben antibióticos intravenosos para la profilaxis del estreptococo del grupo B (EGB) (excepto en el caso de cultivo negativo de EGB obtenido a las ≥36+0 semanas de gestación).[117]​ En el Reino Unido no existen pruebas de cribado de rutina para el SGB, pero se recomiendan los antibióticos intravenosos para mujeres en trabajo de parto prematuro confirmado, independientemente de su estado en cuanto a SGB.[116]

La penicilina es el antibiótico de elección, a menos que la paciente sea alérgica.[116]

Opciones primarias

bencilpenicilina sódica: 3 g por vía intravenosa inicialmente, seguidos de 1.5 g cada 4 horas

Opciones secundarias

clindamicina: 900 mg por vía intravenosa cada 8 horas

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Considerar – 

fármaco tocolítico

Tratamiento adicional recomendado para ALGUNOS pacientes del grupo seleccionado

Los fármacos tocolíticos pueden prolongar la gestación entre 2 y 7 días; se recomiendan para uso a corto plazo, a fin de dar tiempo para administrar corticosteroides prenatales y para trasladar a la madre a una unidad de neonatología adecuada.[65][66]​ Una revisión de la Cochrane informó evidencia de certeza baja a moderada de que todas las clases de fármacos tocolíticos evaluadas fueron eficaces para retrasar el parto prematuro durante 48 horas y 7 días.[139]

El uso de fármacos tocolíticos debe considerarse cuidadosamente, ya que no existe una clara evidencia de que mejoren el resultado, y su perfil de efectos adversos debe tenerse en cuenta en el momento de elegir un fármaco en particular.[60]

Mientras se realice la administración, debe monitorizarse el pulso y la presión arterial materna cada 30 minutos durante las primeras 4 horas, y posteriormente cada 2 horas durante las primeras 24 horas.

Las contraindicaciones incluyen anomalía fetal letal, corioamnionitis, compromiso fetal, sangrado vaginal significativo o comorbilidad materna.[60]

El nifedipino (antagonista del calcio) es un fármaco que se utiliza con frecuencia. Los antagonistas del calcio podrían ser más eficaces que otros fármacos tocolíticos para reducir el riesgo de parto antes de las 34 semanas de gestación​ y para reducir la morbilidad neonatal. [ Cochrane Clinical Answers logo ] ​ El nifedipino tiene efectos adversos que son dependientes de la dosis, más frecuentemente tras una dosis total de 60 mg.[140] El atosiban (antagonista de la oxitocina) y el nifedipino tienen una eficacia comparable a la de los agonistas beta, con menos efectos adversos y resultados perinatales similares.[142][143][144] El atosiban se utiliza en algunos países, pero no está disponible en EE. UU. Los agonistas beta ya no parecen la mejor opción ya que, aunque pueden prolongar la gestación,​​ es probable que provoquen efectos adversos en la madre que lleven a la interrupción del tratamiento, y la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. advierte contra el uso fuera de etiqueta de la terbutalina para el parto prematuro.[141] [ Cochrane Clinical Answers logo ] [ Cochrane Clinical Answers logo ] [ Cochrane Clinical Answers logo ]

Opciones primarias

nifedipino: 30 mg por vía oral (liberación inmediata) como dosis de carga, seguida de 10-20 mg cada 4-6 horas

O

atosiban: consulte a un especialista para obtener información sobre la dosis

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sulfato de magnesio

Tratamiento adicional recomendado para ALGUNOS pacientes del grupo seleccionado

El sulfato de magnesio administrado antes del parto puede proteger al feto de daños neurológicos. Una revisión de la Cochrane encontró que el sulfato de magnesio prenatal redujo significativamente el riesgo de parálisis cerebral en los recién nacidos antes de las 34 semanas de gestación (riesgo relativo 0.68; IC del 95%: 0.54 a 0.87).[146]

Las guías de práctica clínica recomiendan ofrecer sulfato de magnesio intravenoso para la neuroprotección fetal a las mujeres de entre 24 y 29+6 semanas de gestación que se encuentren en trabajo de parto prematuro establecido o que tengan un parto prematuro planificado en las próximas 24 horas.[73][94]​​​ El sulfato de magnesio también se puede considerar a partir de las 23 semanas de gestación y para gestaciones por debajo de las 32 a 34 semanas; no se recomienda antes de la viabilidad.[73][120][147]

Los médicos que opten por utilizar sulfato de magnesio para la neuroprotección fetal deben desarrollar pautas específicas con respecto a los criterios de inclusión, los regímenes de tratamiento y la tocólisis concurrente.[148]

Opciones primarias

sulfato de magnesio: consulte a un especialista para obtener información sobre la dosis

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