Monitorización
Se recomienda que se realice un seguimiento habitual de los pacientes para monitorizar la aparición de recidivas y la adhesión a los antibióticos. Como mínimo, los pacientes con una enfermedad no complicada deben ser controlados en la tercera y sexta semanas de tratamiento. De allí en adelante, generalmente se aconseja el seguimiento a los 3, 6 y 12 meses.[41][42] Aquellas personas con enfermedad focal requieren una monitorización más exhaustiva para detectar signos de recidiva y complicaciones (p. ej., endocarditis infecciosa). Los indicadores de un tratamiento exitoso incluyen aumento de peso, ausencia de fiebre, desaparición de signos positivos y bienestar general. Los cultivos periódicos rara vez son útiles para detectar un fracaso del tratamiento, especialmente en la enfermedad focal que requiere ciclos de antibióticos prolongados.
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