Complicaciones
Como resultado de los procedimientos quirúrgicos para reconstruir los genitales se pueden producir complicaciones generales, como sangrado, infección, disuria y obstrucción del flujo menstrual.
En la hiperplasia suprarrenal congénita secundaria a la deficiencia de 21-hidroxilasa, la probabilidad de infertilidad aumenta especialmente en los incumplidores del tratamiento y en los de mayor peso corporal.
En otros trastornos del desarrollo sexual, la fertilidad puede o no mantenerse.
La gonadectomía bilateral provocará infertilidad. En la disgenesia gonadal mixta, la función testicular es variable.
En la hiperplasia suprarrenal congénita secundaria a la deficiencia de 21-hidroxilasa, el tratamiento inadecuado, o un cumplimiento deficiente, que provoca exceso de andrógenos, puede causar que las epífisis se fusionen prematuramente, causando estatura baja. El tratamiento con glucocorticoides y la monitorización de los niveles de andrógeno sérico durante el mismo pueden ayudar a alcanzar una mayor estatura final y evitar una pubertad precoz.
Las personas con trastornos del desarrollo sexual presentan mayor riesgo de desarrollar un trastorno de identidad de género y esto se debe considerar y evaluar durante el seguimiento.
El riesgo de una neoplasia maligna gonadal es más alto en pacientes que padecen disgenesia gonadal mixta en la cual existe material cromosómico Y y una gónada intrabdominal (que no ha descendido). El riesgo de neoplasia maligna en el testículo escrotal también puede aumentar. Se debe observar cuidadosamente el testículo y, si se presenta alguna preocupación médica, se puede indicar una biopsia durante la pubertad.
Se puede producir una crisis suprarrenal si las personas con insuficiencia suprarrenal primaria no cumplen con el reemplazo de glucocorticoides y/o mineralocorticoides, y se caracteriza por colapso cardiovascular, shock y, si no se trata, puede provocar la muerte.
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