Abordaje

El tratamiento de la PBE está dirigido principalmente a la administración temprana de antibióticos empíricos adecuados.[61][64] Idealmente, el líquido ascítico debe obtenerse por paracentesis antes de la administración de antibióticos, pero los antibióticos deben iniciarse antes de que se conozcan los resultados del cultivo para evitar retrasos.[61][64]

Si hay sepsis, es esencial la rehidratación agresiva, con reposición de líquidos y un tratamiento vasopresor para mantener una presión arterial media >65 mmHg.[116] La antibioticoterapia empírica de amplio espectro es necesaria tan pronto como sea posible tras el reconocimiento.[61][64]​ Evaluar si hay signos de sepsis; lo ideal es empezar a administrar antibióticos en la hora siguiente a la sospecha de sepsis. Ver Sepsis en adultos.

La selección de antibióticos se basa en los siguientes factores:

  • Infección adquirida en la comunidad frente a infección nosocomial

  • Presencia de factores de riesgo para las especies resistentes a múltiples fármacos (RMF)

    • Líquido ascítico, orina o hemocultivo reciente que demuestre RMF

    • El paciente no mejora con el tratamiento adecuado

    • Paciente que toma profilaxis de la PBE

  • Patrones locales de resistencia bacteriana

  • Signos clínicos de infección grave

Infección adquirida en la comunidad con bajo riesgo para especies resistentes

El tratamiento antibiótico empírico de primera línea para la PBE adquirida en la comunidad es una cefalosporina de tercera generación intravenosa (p. ej., cefotaxima, ceftriaxona).[61] Las opciones alternativas incluyen una fluoroquinolona por vía intravenosa (por ejemplo, ciprofloxacina) o ampicilina/sulbactam.[117]​ El tratamiento debe continuar durante 5-7 días.[61][64][118][119][120] Si el paciente muestra una mejoría clínica en 48 horas, es razonable considerar cambiar a un antibiótico oral.[117]

Los antibióticos fluoroquinolónicos sistémicos como la ciprofloxacina, pueden causar efectos adversos graves, incapacitantes y potencialmente duraderos o irreversibles. Esto incluye, pero no se limita a: tendinopatía/rotura de tendón; neuropatía periférica; artropatía/artralgia; aneurisma y disección aórtica; regurgitación de las válvulas cardíacas; disglucemia; y efectos en el sistema nervioso central, como convulsiones, depresión, psicosis y pensamientos y comportamientos suicidas.[121]

  • Se aplican restricciones de prescripción al uso de fluoroquinolonas, y estas restricciones pueden variar de un país a otro. En general, las fluoroquinolonas deben restringirse para el uso solo en infecciones bacterianas graves y potencialmente mortales. Algunas agencias reguladoras también pueden recomendar que solo se usen en situaciones en las que otros antibióticos, que habitualmente se recomiendan para la infección, no son adecuados (p. ej., resistencia, contraindicaciones, fracaso del tratamiento, falta de disponibilidad).

  • Consulte las guías de práctica clínica locales y la fuente de información sobre fármacos para obtener más información sobre la idoneidad, las contraindicaciones y las precauciones.

A pesar del aumento de la resistencia a las cefalosporinas y fluoroquinolonas, un reciente ensayo aleatorizado y controlado que comparó cefotaxima, ceftriaxona y ciprofloxacina demostró tasas de resolución y mortalidad similares, y a tasas similares a las de estudios anteriores.[122]

Pacientes con alto riesgo de RMF, incluida la infección nosocomial

La PBE nosocomial se asocia con una mayor mortalidad que la PBE adquirida en la comunidad.[123] Los pacientes con infección nosocomial o con otro factor de riesgo alto para RMF deben comenzar con antibióticos intravenosos empíricos de amplio espectro que cubran el microorganismo RMF más probable.[61]​ En general, el aumento de la prevalencia de la infección por cocos grampositivos, como el SARM y el Enterococcus faecalis, y los bacilos gramnegativos productores de betalactamasas de espectro ampliado (BLEA), junto con la aparición de Klebsiella pneumoniae resistente a los carbapenémicos, pone a estos pacientes en mayor riesgo.[124]

Las opciones incluyen un carbapenem (p. ej., imipenem/cilastatina, meropenem) o piperacilina/tazobactam.[61][64]​​​ Debido a la preocupación por la resistencia a las cefalosporinas en esta población, y a la mayor mortalidad, la EASL recomienda el tratamiento primario con carbapenems.[64][125][126]Puede añadirse vancomicina cuando se necesite una mejor cobertura de los cocos grampositivos (p. ej., en pacientes con sepsis o con antecedentes de profilaxis con fluoroquinolonas, o en zonas con una alta prevalencia de organismos grampositivos RMF).[64][127]​​​​​​​​ La daptomicina se recomienda para los pacientes con infección previa por enterococos resistentes a la vancomicina (ERV) o con un hisopo de vigilancia positivo para ERV.[61] La elección de los antibióticos de amplio espectro debe adaptarse a la prevalencia local y al tipo de organismos RMF, y la cobertura antibiótica debe reducirse en cuanto se disponga de los resultados del cultivo.[61] No hay ensayos aleatorizados controlados grandes que comparen la eficacia de los regímenes de antibióticos en pacientes con microorganismos RMF nosocomiales o de alto riesgo.

En caso de pacientes que responden y mejoran clínicamente después de 48 horas se puede considerar la posibilidad de un cambio a antibióticos orales.[50][117][128][129]​​​​ La administración de antibióticos debe continuar para que la duración total del tratamiento sea de 5 a 7 días.[61]

Pacientes con alta gravedad de la infección

Si bien la terapia estándar tiene una excelente eficacia en pacientes con PBE, el riesgo de que un patógeno RMF reciba un tratamiento insuficiente en un paciente que presenta una enfermedad crítica (p. ej., séptico) es inaceptablemente alto y la antibioticoterapia debe ampliarse en consecuencia. Esto incluye pacientes con infección nosocomial, hospitalización reciente y pacientes que ingresan en la unidad de cuidados intensivos.[61]​ Además, los pacientes con puntuaciones CLIF-SOFA ≥7 tienen un mayor riesgo de mortalidad a corto plazo y deben ser tratados de forma más agresiva.[105]

Albúmina

Se ha demostrado que el tratamiento por vía intravenosa con albúmina reduce la mortalidad y disminuye la disfunción renal en pacientes con PBE.[130]

El análisis de subgrupos de los estudios que examinan el uso de albúmina para la PBE muestra que los mayores beneficios en la prevención de la mortalidad y la disfunción renal se dan en pacientes con bilirrubina sérica >68.42 micromol/L (>4 mg/dL) o creatinina sérica >88.4 micromol/L (>1 mg/dL) y urea sérica >10.7 mmol/L (>30 mg/dL).[131] Debido a esto, la AASLD recomienda la albúmina en todos los pacientes con PBE, pero señala que los pacientes con lesión renal aguda y/o ictericia en el momento del diagnóstico de PBE tienen más probabilidades de beneficiarse.[61]​​ La albúmina disminuye la insuficiencia renal probablemente mediante el aumento del volumen circulatorio y al unirse a moléculas proinflamatorias.[106][132]

Paracentesis de gran volumen (LVP)

La LVP puede mejorar las molestias abdominales en pacientes con ascitis tensa. Sin embargo, hay poca evidencia sobre la seguridad de la LVP en la PBE y se justifica más investigación.[133]

Los estudios en pacientes con PBE sin complicaciones (sin sepsis, encefalopatía hepática, hemorragia digestiva ni disfunción renal significativa) han demostrado que la LVP con remplazo de albúmina puede ser segura.[134][135]​ No hay estudios que hayan examinado si la LVP es segura en pacientes con PBE complicada.


Demostración animada de paracentesis abdominal
Demostración animada de paracentesis abdominal

Demuestra cómo realizar la paracentesis abdominal diagnóstica y terapéutica.


Repetición de la paracentesis y cobertura antibiótica más amplia en pacientes resistentes al tratamiento

Los pacientes que no hayan demostrado una mejoría clínica significativa, o que carezcan de un organismo susceptible a los antibióticos confirmado en su cultivo inicial de líquido ascítico, deben someterse a una paracentesis diagnóstica repetida después de 48 horas de tratamiento.[61][136] Se cree que el tratamiento habrá fracasado si el recuento absoluto de neutrófilos ha disminuido <25% cuando se repite la paracentesis a las 48 horas.[61]

Se pueden realizar cambios en la antibioticoterapia de acuerdo con el resultado del hemocultivo o del cultivo del líquido ascítico. Si no hay crecimiento, se debe considerar agregar o cambiar a vancomicina para cubrir Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) y enterococos grupo D. Además, se deben considerar antibióticos que cubran enterobacterias resistentes (como E coli).

El no demostrar una mejoría significativa también debería aumentar la preocupación por peritonitis secundaria y probablemente se requieran pruebas de imagenología o una consulta quirúrgica.

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