Etiología
Los factores asociados al parto prematuro pueden clasificarse en modificables o no modificables.
Entre los factores modificables, se incluye lo siguiente:[2]
Un breve tiempo de intervalo entre embarazos: existe un riesgo dos veces mayor de partos prematuros si el periodo entre embarazos es <6 meses.
Un IMC materno <19 o >35 durante el embarazo.
El estrés psicológico o social y la depresión materna pueden aumentar el riesgo de parto prematuro de una a dos veces.
El consumo de tabaco durante el embarazo aumenta el riesgo de parto prematuro de una a dos veces. El consumo de cocaína y heroína también están relacionados con el parto prematuro.
Las infecciones intrauterinas pueden dar cuenta por hasta un 40% de los nacimientos pretérmino. Se han implicado microorganismos atípicos (p. ej., Mycoplasma y Ureaplasma).
La vaginitis bacteriana grave está relacionada con un aumento de una a tres veces en la tasa de partos prematuros.
La enfermedad materna mal controlada, como diabetes mellitus (o diabetes gestacional), está asociada a una mayor probabilidad de alteraciones congénitas que pueden provocar el parto prematuro. Una hipertensión materna mal controlada también puede conducir a un parto prematuro.
Los factores no modificables incluyen:[2]
Raza: las mujeres de raza negra tienen mayor riesgo de parto pretérmino en comparación con las mujeres de raza blanca. Las mujeres de raza negra son 3-4 veces más propensas a experimentar partos prematuros muy tempranos en comparación con las mujeres de los otros grupos raciales y étnicos.
Parto prematuro anterior: resulta en un aumento del doble al triple del riesgo de parto prematuro para embarazos futuros.
Enfermedades médicas crónicas, como diabetes, asma, enfermedad tiroidea e hipertensión. Una cirugía materna en el segundo o tercer trimestre puede provocar un trabajo de parto prematuro.
Causas maternas: preeclampsia/hipertensión inducida por el embarazo, hemorragia prenatal, oligohidramnios o polihidramnios, alteraciones uterinas o del cuello uterino.
Causas fetales: gestación múltiple, retraso del crecimiento fetal, algunas anomalías fetales.
La ruptura prematura de membranas pretérmino (RPMP) está asociada al nacimiento pretérmino. Con frecuencia, una infección intrauterina concurrente precipita el trabajo de parto.
El desarrollo de trabajo de parto espontáneo pretérmino es una de las principales causas de los nacimientos pretérmino, debido a la limitada posibilidad de detener el trabajo de parto una vez que comienza.
Entre el 30% y el 35% de los nacimientos pretérmino se producen como resultado de enfermedades fetales o maternas; del 40% al 45% se deben a trabajo de parto espontáneo con membranas intactas y del 25% al 30% se deben a RPMP.[2]
Fisiopatología
Entre los mecanismos asociados al nacimiento pretérmino, se incluyen una distensión excesiva del miometrio y de la membrana fetal, hemorragia decidual, activación endocrina fetal precoz e infección o inflamación intrauterina.[6] Estos mecanismos, que actúan en conjunto o de manera independiente, resultan en trabajo de parto prematuro y en nacimiento prematuro en diferentes edades gestacionales. Una infección intrauterina asociada a ruptura prematura de membranas pretérmino (RPMP) y el trabajo de parto prematuro se asocian típicamente a una prematuridad extrema.[7]
Clasificación
Según edad gestacional[2]
Prematuridad extrema
menos de 28 semanas de gestación
Prematuridad grave
28 a 31 semanas de gestación
Prematuridad moderada
32 a 33 semanas de gestación
Lactantes prematuros tardíos
34 a 36 semanas de gestación
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