Absceso hepático

El absceso hepático es una infección localizada en el parénquima hepático, que puede ser de origen bacteriano, fúngico o parasitario.

Los pacientes suelen presentar síntomas constitucionales inespecíficos, dolor abdominal en el cuadrante superior derecho y sensibilidad.

La enfermedad de las vías biliares es la afección subyacente más frecuente en personas con absceso hepático piógeno.

El tratamiento del absceso piógeno se centra tanto en la administración oportuna de antibióticos de amplio espectro como en el drenaje del absceso. A las personas con absceso fúngico se les debe indicar un tratamiento antimicótico. El absceso amebiano se trata con un fármaco del grupo de los nitroimidazoles, seguido de un agente luminal.

Los abscesos hepáticos son colecciones purulentas formadas en el parénquima hepático, como consecuencia de una infección de origen bacteriano, fúngico o parasitario. La infección puede propagarse al hígado a través del árbol biliar, las venas hepáticas o la vena porta, por extensión de una infección adyacente o como resultado de un traumatismo.[1]Lam JC, Stokes W. Management of pyogenic liver abscesses: contemporary strategies and challenges. J Clin Gastroenterol. 2023 Sep 1;57(8):774-81. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/37249909?tool=bestpractice.com ​ Pueden presentarse uno o múltiples abscesos. Los huéspedes inmunocomprometidos pueden presentar abscesos hepáticos fúngicos. El absceso hepático amebiano es una complicación de la amebiasis.