Monitorización
Los tratamientos y sus complicaciones deben monitorearse atentamente.
En pacientes en remisión sintomática, la Asociación Americana de Gastroenterología (AGA, por sus siglas en inglés) recomienda una estrategia de seguimiento que incluya tanto síntomas como biomarcadores.[127] La monitorización de biomarcadores a intervalos se puede realizar cada 6 a 12 meses. Los biomarcadores fecales (calprotectina fecal o lactoferrina fecal) pueden ser particularmente útiles para el seguimiento. Sin embargo, cabe señalar que la realización diagnóstica de estas pruebas en un entorno de baja probabilidad previa a la prueba puede dar lugar a altas tasas de resultados falsos.[127]
En pacientes en remisión sintomática, la AGA recomienda utilizar niveles normales de biomarcadores fecales o proteína C reactiva (PCR) normal para descartar inflamación activa y reducir la necesidad de evaluación endoscópica.[127] En pacientes con biomarcadores fecales o proteína C-reactiva elevados, se recomienda la evaluación endoscópica de la enfermedad en lugar del ajuste empírico del tratamiento.[127]
En pacientes con síntomas leves y marcadores de inflamación en heces o suero normales (calprotectina fecal, lactoferrina fecal o proteína C-reactiva), la AGA sugiere una evaluación endoscópica de la enfermedad en lugar de un ajuste empírico del tratamiento.[127]
Los pacientes con colitis ulcerosa de larga duración presentan mayor riesgo de desarrollar displasia. El riesgo de padecer cáncer colorrectal aumenta con la colitis grave extensiva y de larga duración, los antecedentes familiares de cáncer colorrectal, inicio de la enfermedad a edad temprana, la presencia de ileítis por reflujo y antecedentes personales de colangitis esclerosante primaria.
Los pacientes con colitis ulcerosa deben someterse a una colonoscopia de control a 8 y 10 años después del inicio de la enfermedad.[30][128]
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Los intervalos de vigilancia varían en función de los factores de riesgo del paciente. Se les debe programar la próxima colonoscopia de control en 1 año a los pacientes con características de alto riesgo (estenosis o displasia detectados en el transcurso de los últimos 5 años, colangitis esclerosante primaria, colitis extensiva con inflamación activa grave, antecedentes familiares de cáncer colorrectal en parientes de primer grado <50 años).[26][128] Los pacientes con factores de riesgo intermedios (colitis extensiva con inflamación activa leve a moderada, pólipos postinflamatorios, antecedentes familiares de cáncer colorrectal en parientes de primer grado >50 años) deben someterse a una colonoscopia de control en 3 años.[128] Todos los demás pacientes deben tener su próxima colonoscopia de vigilancia programada para dentro de 5 años.[26] Las guías de práctica clínica británicas recomiendan una vigilancia menos frecuente en las personas con enfermedad de bajo riesgo.[128]
La cromoendoscopia pancolónica de indigotindisulfonato sódico o de cloruro de metiltioninio debe realizarse durante la colonoscopia de control con biopsias dirigidas a lesiones visibles.[24]
Si no se cuenta con la experiencia suficiente en cromoendoscopia, las muestras de las biopsias del colon en pacientes con pancolitis documentada se deben obtener en los cuatro cuadrantes cada 10 cm desde el intestino ciego hasta el recto, para obtener un mínimo de 32 muestras de biopsia.[26] El diagnóstico de displasia debe confirmarse con un segundo patólogo gastrointestinal. El manejo de las lesiones polipoides displásicas está evolucionando.
Las guías de práctica clínica basadas en el consenso de los expertos recomiendan preferentemente una colonoscopia de control a una colectomía tras la extracción completa de lesiones displásicas polipoides y no polipoides resecables endoscópicamente.[129] En pacientes con displasia invisible de alto o bajo grado, se recomienda la derivación a un endoscopista con experiencia en la vigilancia de la enfermedad del intestino irritable (EII) y en la exploración mejorada con imágenes mediante una cromoendoscopía con endoscopía de alta definición, a fin de poder tomar decisiones más informadas sobre la colonoscopia de control o la colectomía.[129] Si se identifica una lesión displásica visible en la misma área del colon que la displasia invisible y si la lesión puede ser resecada endoscópicamente, entonces dichos pacientes pueden continuar en el programa de vigilancia. Sin embargo, si no se encuentra una lesión displásica, el manejo debería ser individualizado luego de una conversación con el paciente sobre los riesgos y beneficios de la colonoscopia de control y la colectomía.[129]
en momentos de exacerbación de la enfermedad siempre se debe descartar La infección subyacente o concurrente.
Se debe monitorear e informar a los pacientes sobre los riesgos de la osteoporosis.[42][130]
Todos los pacientes deben recibir educación sobre la importancia de los cambios en el estilo de vida (p. ej., realizar ejercicios con peso de forma regular, abandonar el hábito de fumar, evitar la toma excesiva de alcohol), al igual que sobre la suplementación con calcio y vitamina D.[8]
Las absorciometrías de rayos X de doble energía (DEXA) deben indicarse de manera selectiva según una evaluación exhaustiva de los factores de riesgo.[8]
En los pacientes con osteoporosis o con una fractura por traumatismo leve, el cribado de otras causas de baja densidad ósea debe realizarse a través de un hemograma completo (HC), el nivel de fosfatasa alcalina total en suero, el nivel de calcio, el nivel de creatinina, el nivel de 25-(OH) vitamina D, la electroforesis de proteínas y el nivel de testosterona (en hombres).
La dosificación de corticosteroides en la enfermedad inflamatoria intestinal debe mantenerse al mínimo, y se deben considerar otros agentes inmunomoduladores para ayudar a retirarlos corticosteroides en pacientes en los que se evidencie dependencia a los corticosteroides.
La suplementación con calcio y vitamina D se debe administrar a aquellas personas que se considera que tienen un riesgo alto de padecer osteoporosis o un diagnóstico confirmado de osteoporosis.[8]
Los hombres más jóvenes y las mujeres en la etapa de la premenopausia necesitan 1000 mg/día de calcio elemental, mientras que los hombres y las mujeres >50 años de edad necesitan hasta 1500 mg/día.
De 400 a 800 UI/día de vitamina D es, por lo general, una dosis de reposición adecuada para las personas sanas; se puede obtener de muchas preparaciones multivitamínicas.
La terapia con bisfosfonatos está aprobada para la prevención y el tratamiento de la osteoporosis en pacientes con osteoporosis conocida, pacientes con fracturas sin traumatismo y pacientes que no pueden suspender la administración de corticosteroides después de 3 meses de uso.
Los pacientes con colangitis esclerosante primaria deben ser examinados con respecto a:[131]
Colangiocarcinoma cada 6 a 12 meses con ultrasonido, tomografía computarizada o resonancia magnética, con o sin antígeno carbohidrato 19-9 en suero
Adenocarcinoma de la vesícula biliar cada 12 meses con ultrasonido.
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