Prevención primaria

El ácido acetilsalicílico en dosis bajas (comenzando entre las 12 y 28 semanas de gestación y de forma óptima antes de las 16 semanas de gestación y continuando hasta el término) reduce la incidencia y la gravedad de la preeclampsia.[1][15][16][41][42][43]​​​ [ Cochrane Clinical Answers logo ] ​​ El efecto parece ser uniforme en todos los grupos de riesgo, pero su uso debe dirigirse a los grupos de alto riesgo, como aquellos con hipertensión, diabetes, enfermedad renal, enfermedad autoinmunitaria, embarazo múltiple, un índice de masa corporal de >30, una edad materna de >40 años o un intervalo de ≥10 años desde el embarazo anterior.[8]​​[10][15][16]​​ Los metanálisis de los ensayos aleatorizados controlados sugieren que los beneficios del ácido acetilsalicílico pueden limitarse a la prevención de una enfermedad de inicio temprano más que una enfermedad de inicio normal, y solo cuando se administra en dosis de >100mg/día.[44][45]

Es importante optimizar el tratamiento de la hipertensión y la enfermedad renal antes del embarazo. El control de peso reduce la incidencia de preeclampsia.[16] Se debe fomentar el ejercicio durante el embarazo en ausencia de complicaciones, incluidas las comorbilidades maternas y los factores de riesgo de hemorragia o parto prematuro. Un programa de ejercicio supervisado regular puede reducir el riesgo de preeclampsia, independientemente del índice de masa corporal.[46][47]

Los estudios epidemiológicos han encontrado que una dieta deficiente en calcio está asociada con la preeclampsia. Una revisión de la Cochrane encontró que el agregado de altas dosis de calcio (≥1 g/día) redujo el riesgo de preeclampsia y parto prematuro en comparación con el placebo, aunque el efecto se mostró principalmente en ensayos de menor tamaño, con posible confusión por la baja ingesta de calcio en la dieta.[48] En las poblaciones en las que la ingesta de calcio en la dieta es baja, la Organización Mundial de la Salud recomienda que las mujeres embarazadas reciban entre 1.5 g y 2 g/día de calcio suplementario para reducir la gravedad de la preeclampsia.[49] Sin embargo, se necesitan estudios amplios y de alta calidad sobre la administración de suplementos de calcio desde el inicio del embarazo en una serie de dosis y en diferentes grupos de población.[48][49][50][51] [ Cochrane Clinical Answers logo ]

La administración de suplementos de vitamina D durante el embarazo, con o sin calcio adicional, puede reducir el riesgo de preeclampsia. Sin embargo, se necesitan ensayos clínicos de alta calidad para evaluar una serie de dosis y posibles efectos adversos.[52]

A las mujeres con hipertensión, incluidas las que presentan presión arterial diastólica elevada aislada durante la primera consulta prenatal, se les debe realizar el seguimiento en un programa de vigilancia de mayor frecuencia.

Prevención secundaria

Se recomienda la administración de ácido acetilsalicílico en dosis bajas (a partir de la semana 12-14 de gestación) en embarazos posteriores. Si se cree que el riesgo de preeclampsia es alto (p. ej., una enfermedad previa de inicio temprano, una enfermedad grave), los beneficios son evidentes. Sin embargo, son menos claros en la enfermedad leve a moderada o tardía, donde el resultado es generalmente bueno de todos modos.[1][7][16]

Existe cierta evidencia de que la heparina de bajo peso molecular, con o sin ácido acetilsalicílico, podría reducir la insuficiencia placentaria en la preeclampsia, pero no se encuentran disponibles estudios de seguridad a largo plazo.[115][116]

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