Cribado

Los datos de 17 estudios con 135,300 pacientes, la mayoría con fibrilación auricular (FA) crónica persistente, mostraron que el cribado sistemático con ECG identificó más casos nuevos de FA que la ausencia de cribado, con un aumento absoluto durante 12 meses del 0.6% al 2.8%.[99] Sin embargo, un enfoque sistemático mediante ECG no detectó más casos que un enfoque que utilizó la palpación del pulso.[99] Otra revisión sistemática y un metanálisis encontraron que los monitores de presión arterial y los ECG de menos de 12 derivaciones fueron los más precisos para detectar las irregularidades del pulso causadas por la FA.[100] Las modalidades recomendadas para la monitorización de FA nueva en pacientes hospitalizados por otra causa incluyen ECG episódico o monitorización ECG continua mediante telemetría; La telemetría tiene más probabilidades que el ECG episódico de detectar FA en este contexto.[48]

En los estudios que evalúan la monitorización prolongada de electrocardiograma (ECG) (mediante el uso de una grabadora activada por eventos durante 30 días o de un dispositivo de monitorización cardíaca insertable) en pacientes con accidente cerebrovascular criptogénico, se halló que la fibrilación auricular es frecuente en dichos pacientes.[15][16][17] El ictus puede ser la presentación inicial de la fibrilación auricular; incluso la fibrilación auricular subclínica, detectada en pacientes con dispositivos electrónicos implantables cardíacos, se asocia con un mayor riesgo de ictus. Por lo tanto, se pueden valorar estrategias para el cribado primario de la FA en pacientes con alto riesgo de ictus, como la monitorización remota del ritmo cardíaco.[17][79][101]

No hay consenso de expertos ni recomendación en las guías de práctica clínica sobre el cribado de pacientes con fibrilación auricular (FA) asintomática en los EE. UU., ya que la evidencia actual no es adecuada para evaluar el balance entre los beneficios y los daños del cribado de la fibrilación auricular.[102] Una revisión sistemática y un meta-análisis abogan por el cribado rutinario de la FA no diagnosticada a partir de los 40 años, pero un cribado a gran escala de esta naturaleza es una iniciativa difícil desde el punto de vista logístico y organizativo. El cribado de la FA puede ser adecuado en los grupos de mayor riesgo (por ejemplo, los pacientes con un marcapasos o un desfibrilador) y puede realizarse con relativa facilidad.[79][103] En un estudio observacional con pacientes a los que se les había implantado un marcapasos, se observó con frecuencia una carga de fibrilación auricular a largo plazo y de fibrilación auricular de inicio reciente en pacientes con bloqueo cardíaco o enfermedad del nodo sinusal, pero fueron significativamente más predominantes en pacientes con enfermedad del nodo sinusal.[104]

Las tecnologías de salud móviles, incluidos los dispositivos inteligentes, son un área de investigación muy popular para la detección de la FA.[80][81] En la actualidad existen más de 100.000 aplicaciones móviles de salud y más de 400 monitores de actividad portátiles. Aunque algunos estudios han demostrado una alta sensibilidad y especificidad para detectar fibrilación auricular (incluyendo la FA paroxística, que es de corta duración y puede ser difícil de capturar en el ECG de 12 derivaciones), muchos dispositivos no están validados clínicamente y se recomienda precaución para su uso clínico.[2]​​[82][83][105] Si se detecta la FA mediante dispositivos móviles o portátiles, el diagnóstico debe confirmarse siempre con un ECG de una o 12 derivaciones analizado por un médico con experiencia en la interpretación del ritmo del ECG.​[2]

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